Distancia


William Hazlitt, gran ensayista inglés, escribió un breve ensayo sobre el por qué agradan los objetos distantes. La imaginación los envuelve de una atmósfera de misterio que nos encanta. Nunca es más triste Don Quijote que en esos intervalos en que recupera la lucidez y descubre las cosas tal-como-son. Especialmente al final de su vida, en el desengaño que precede a su muerte próxima.
        Agradan los objetos distantes, ya en el espacio o ya en el tiempo, porque escapan a nuestra miserable condicion. Adornamos con los más bellos colores una casa lejana que vista de cerca no tiene ningún atractivo. Sobre esto escribió Melville un estupendo relato. Un hombre se imagina una vida llena de encanto en una casa remota, llevado por la curiosidad un día decide visitarla para comprobar que allí la vida es tan prosaica como en cualquier otra parte. 
       Y lo que se dice de una casa o de cualquier otro objeto vale para las personas. A veces no conviene acercarse demasiado a ciertas bellezas a riesgo de perder toda fascinación.

2 comentarios:

  1. La entrada me ha recordado a mi miopía. Gracias (a ti y a ella).

    ResponderEliminar
  2. "Mi dulce miopía", que dice un soneto de Dámaso Alonso.

    ResponderEliminar