Hubiera hecho muy bien Schopenhauer si eliminara, pues le deja como un ignorante, el capítulo dedicado a la materia de El mundo como voluntad y representación. Dicho brevemente: es una serie de burradas de principio a fin. Por ejemplo, Schopenhauer defiende la teoría de la generación espontánea: "De ahí que, a consecuencia de ciertas enfermedades o caquexias se den las condiciones vitales de los epizoarios y, según la proporción de las mismas, surjan por sí mismos y sin huevo piojos (del cuero cabelludo, del pubis o del cuerpo), por compleja que pueda ser la estructura de estos insectos, pues la putrefacción de un cuerpo animal vivo da material para estas complejas producciones, al igual que el heno en el agua aporta infusorios. ¿O acaso se prefiere que los huevos de los epizoarios floten en el aire? (¡Qué pensamiento tan horripilante!)"
Eso por lo que defiende. Ahora por lo que ataca: la teoría de los átomos. Dice: "Esta hipótesis de trémulos de átomos etéreos no sólo es una quimera, sino que iguala en torpe rusticidad a las peores ocurrencias de Demócrito; pero es bastante desvergonzado darla hoy en día como cosa hecha, consiguiendo que miles de escritorzuelos estúpidos, etc"
Leer su "obra magna", como él la llamaba, me está causando decepción. No conocía este capítulo, por ejemplo. No hay estupidez que no haya sido defendida por algún filósofo. Así que Schopenhauer también metía la pata... ¡y de qué forma! Lo considero un aficionado a la filosofía, pero no un filósofo. Es que leyendo las barbaridades citadas no se le puede tomar en serio. Repite la misma idea una y otra vez, con distintas palabras. Tiene mucho talento para las comparaciones y los símiles y un estilo muy elocuente. Es colérico y despectivo (cuando ataca a Hegel parece un caniche ladrando a un león), pero en cambio manifiesta una perruna devoción por Goethe, al que cita montones de veces.
Para mí Schopenhauer es un outsider, un tipo raro que se creyó en posesión de la verdad absoluta. Nulo como filósofo, pero gran escritor. Si llegué a admirarle era porque no le conocía.
Eso por lo que defiende. Ahora por lo que ataca: la teoría de los átomos. Dice: "Esta hipótesis de trémulos de átomos etéreos no sólo es una quimera, sino que iguala en torpe rusticidad a las peores ocurrencias de Demócrito; pero es bastante desvergonzado darla hoy en día como cosa hecha, consiguiendo que miles de escritorzuelos estúpidos, etc"
Leer su "obra magna", como él la llamaba, me está causando decepción. No conocía este capítulo, por ejemplo. No hay estupidez que no haya sido defendida por algún filósofo. Así que Schopenhauer también metía la pata... ¡y de qué forma! Lo considero un aficionado a la filosofía, pero no un filósofo. Es que leyendo las barbaridades citadas no se le puede tomar en serio. Repite la misma idea una y otra vez, con distintas palabras. Tiene mucho talento para las comparaciones y los símiles y un estilo muy elocuente. Es colérico y despectivo (cuando ataca a Hegel parece un caniche ladrando a un león), pero en cambio manifiesta una perruna devoción por Goethe, al que cita montones de veces.
Para mí Schopenhauer es un outsider, un tipo raro que se creyó en posesión de la verdad absoluta. Nulo como filósofo, pero gran escritor. Si llegué a admirarle era porque no le conocía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario