A partir de ahora mucho me temo que voy a dejar de usar la expresión "permitirme el lujo de" en sentido figurado para empezar a usarla en un sentido estrictamente real.
Antes decía: "no puedo permitirme el lujo de equivocarme". Ahora digo: "no puedo permitirme el lujo de ir al cine."
Hoy es un lujo llenar el depósito del coche.
ResponderEliminarAsi que yo digo que me puedo permitir el lujo de llenar el depósito de gasolina de mi coche.
Se acercan tiempos donde "lujo" será asociado a artículos de primera necesidad. Pagaremos un cafe en un barrio provinciano como si estubieramos en la plaza de San Marcos.