El hombre necesita intimidad y ser propietario de algo. Si esto es cierto se explica que adquiramos cuanto antes una vivienda. Toma tus llaves (sonrisa de bondad): ya tienes tu piso. Saltas de alegría.
Pero llegan las deudas y el piso empieza a ser ajeno. Las paredes no te protegen. Los muebles cambian de sitio. La butaca te da un bufido. Falla la corriente. Se avería el grifo. Descubres extraños animales en los rincones, entre el polvo. Bichos repugnantes.
Una mañana llaman al timbre del portal. Es temprano, acabas de salir del sueño. No reaccionas. Oyes el ruido del ascensor. Alguien hurga en la ranura de la puerta: de tu puerta. Cae el cerrojo, incapaz de protegerte. Entran un grupo de extraños, te leen unas líneas que no entiendes. Te dan dos minutos de plazo para abandonar el piso.
"Españolito que vienes al mundo guardete Dios una de las dos Españas ha de helarte el corazón".
ResponderEliminarLa España capitalista y la España política.
Todos a la calle!
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