Para provocar, Madonna

Un cartel anuncia a una poeta que leerá desnuda los poemas de su último libro entre los días 9 de noviembre y 7 de diciembre del 2012 desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche, domingos cerrado. La lectura será ininterrumpida. Cuando lea el último poema volverá a empezar por el primero. Es importante subrayar que será la poeta en persona quien los lea, no una voz grabada. De lo contrario sería como si en una exposición de pintura no se colgaran los cuadros originales sino sus fotografías. Estamos en la época de la obra de arte en su reproductibilidad técnica. Como chiste no tiene gracia, ya lo sé. Pero eso me da pie para pensar otra cosa muy pensable.
Me pregunto si es posible la Transgresión en materia de arte. Yo creo que ya no es posible. Claro que la Transgresión no tiene por qué ser uno de los fines del arte, aunque las vanguardias agitaran esa bandera. Pretender provocar o escandalizar en nuestros días con un libro de poemas (Gottfried Benn, Morgue), con una película (Buñuel, La Edad de Oro) o con un cuadro (Picasso, Las señoritas de Avignon) es una quimera. 
Nuestra sociedad es como el estómago de los tiburones: lo digiere todo.

4 comentarios:

  1. Tienes toda la razón, Francisco. Yo ya me trago todo lo que me echen.

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    1. Todos tenemos grandes tragaderas, que se dice. Pero es cosa de los tiempos, estamos estragados y es normal.

      Por cierto, no sabía -lo ví en tu blog- que tal día como hoy murió Luis Cernuda.

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  2. Hoy un desnudo detrás de un cristal no es transgresión.
    La lectura ininterrumpida de poemas es alejar el poema del lector y del oyente,y acercar un poema a una narración en prosa.

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