He aquí un extracto de la encíclica Rerum novarum, promulgada por León XIII en mayo de 1891:
Como quiera que sea, vemos claramente, y en esto convienen todos, que es
preciso auxiliar, pronta y oportunamente, a los hombres de la ínfima
clase, pues la mayoría de ellos se resuelve indignamente en una
miserable y calamitosa situación. Pues, destruidos en el pasado siglo
los antiguos gremios de obreros, sin ser sustituidos por nada, y al
haberse apartado las naciones y las leyes civiles de la religión de
nuestros padres, poco a poco ha sucedido que los obreros se han
encontrado entregados, solos e indefensos, a la inhumanidad de sus
patronos y a la desenfrenada codicia de los competidores. -A aumentar el
mal, vino voraz la usura, la cual, más de una vez condenada por
sentencia de la Iglesia, sigue siempre, bajo diversas formas, la misma
en su ser, ejercida por hombres avaros y codiciosos. Júntase a esto que
los contratos de las obras y el comercio de todas las cosas están, casi
por completo, en manos de unos pocos, de tal suerte que unos cuantos
hombres opulentos y riquísimos han puesto sobre los hombros de la
innumerable multitud de proletarios un yugo casi de esclavos.
Sorprendentes ideas viniendo de un poder que se considera reaccionario y tradicionalista. Está describiendo la situación actual.
Para que luego se maldiga a la iglesia.
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