Con la muerte en los talones. Todo en esa película es odioso: la música orquestal (pastiche de la clásica), los actores (insoportables), la trama pseudokafkiana, la grotesca historia de amor (con una belleza, por supuesto), los muebles de lujo en mansiones suntuosas, los esperables golpes de ingenio del guión, la multitud filmada con malicia, el comercial director inglés naturalizado en Hollywood, las cabezas colosales del monte Rushmore, la escena del aeroplano agorafóbico que no despeina a un héroe que va teniendo cada vez más cara de idiota.
¡Vaya blasfemia cinematográfica! Esa película es una obra maestra del principio al fin. Se necesitaría un libro entero para comentarla (yo
ResponderEliminartengo una amiga italiana que está preparando uno sobre los mensajes ocultos de las películas del amigo Alfred, que era un gran perverso con muchas obsesiones y varios traumatismos de infancia.
El problema con Hitchcock es que sus películas tienen doble (por lo menos) lectura: una simple y otra compleja. La mayoría de ellas son grandes metáforas filosóficas llenas de guiños de ojo al espectador atento (muy atento, incluso, a todo lo que se ve en la imagen). En "La mort aux trousses", como se titula aquí, la escena del aeroplano es un desafío a las reglas cinematográficas del miedo (oscuridad, espacios
reducidos, salida para escaparse bloqueada, contacto físico con el asesino, armas como puñales o pistolas, etc). Y en la última escena, tras infinitas peripecias, Cary Grant salva la vida in extremis a Eva Marie Saint en la montaña subiéndola con el brazo; en el plano siguiente se ve que lo está haciendo hacia la litera de un tren sobre la que sentados se besan. Y llega la última imagen de la película, en la que vemos a un objeto alargado (un tren) entrar en un agujero (un túnel). Tout ça pour ça, como decirmos aquí.
https://www.youtube.com/watch?v=3TGAkUcd24Y
Buscando esa última escena en Youtube, me he encontrado con esto:
"Qué grande es el cine", presentado por Jose Luis Garci, sobre "Con la muerte en los talones" (en ese programa Clara Sánchez cuenta la famosa anécdota del padre de Hitchcock, que tanto le traumatizó de pequeño - de ahí el hecho de que en sus películas haya muchos inocentes a los que se persigue sin que ellos sepan por qué).
https://www.youtube.com/watch?v=yJ2F8QeCScw
Amigo Lejano: no niego sutileza al sutil Alfred. Esta entrada es más una boutade, como decís allí, que una crítica seria. Tampoco niego talento artístico al inglés. De todas formas esta película me parece tramposa. Tramposa sobre todo por la inverosímil historia de amor y el final feliz. Pero esto era no Praga (el mundo), era Hollywood, una máquina de ganar dinero, enormes fortunas.
ResponderEliminarLo siento por los admiradores del simpático Cary Grant, pero yo no puedo evitar considerarlo como un actor mediocre.
Toda verdad comienza por ser una blasfemia de lo establecido: sea en moral, en arte, en ciencia, en política o en cualquier otro terreno.
Cuidado con las cosas santificadas porque pueden ser ídolos.
La película te parece tramposa porque eso es lo que quiso Hitchcock: hacer que lo inverosímil parezca verosímil (escucha el debate de "Qué grande es el cine"). Ahora imagina que toda la película esté hecha para su última imagen, que sea una metáfora del amor, de la pareja, de todo lo que hay que soportar antes de la entrada del "tren" en el "túnel". En ese caso sería una película perversa disfrazada de película hollywoodiana.
ResponderEliminarEn cuanto a Cary Grant, escucha, una vez más, el debate de "Qué grande es el cine".
Dices que "toda verdad comienza por ser una blasfemia de lo establecido". Exactamente. El problema es que tu opinión sobre el amigo Alfred es la que tuvieron los críticos hasta que los "Cahiers du cinéma" descrubrieron el genio cinematográfico de Hitchcock, blasfemando contra la opinión establecida hasta entonces, que veía en él un cineasta comercial y virtuoso en el mejor de los casos. Fue el libro de diálogos con Truffaut, "Le Cinéma selon Alfred Hitchcock (1966), el que hizo ver a mucha gente que las películas del autor de "La ventana indiscreta" tenían varios niveles de lectura y estaban llenas de mensajes ocultos para la gente inatenta.
Tal como yo la veo: el aturdido héroe (que no se quita nunca la cara de tonto) jamás pierde la compostura (ni borracho la pierde), ni se despeina y va siempre bien afeitado. Observen la elegancia con que se tira al suelo cuando pasa rasante la avioneta. Esta película me parece la pesadilla de una marioneta.
ResponderEliminarA Hitchcock le hubiera divertido tu interpretación.
ResponderEliminar¿Has observado que la avioneta,la primera vez que se la ve, está fumigando... el desierto? Toda la película está llena de detalles absurdos como ése.
¿A ti qué clase de cine te gusta? Dime una o dos películas que te parezcan obras maestras.
"El ángel exterminador" de Buñuel. "La caza" de Carlos Saura. "El verdugo" de Berlanga... "El eclipse" de Antonioni. Etc etc
ResponderEliminar"Hay películas que son rebanadas de vida. Las mías son trozos de bizcocho", decía Hitchcock.
Eliminar"Con la muerte en los talones" es una comedia loca de principio a fin. Atacar esta película no tiene nada de transgresor, tuvieron que pasar muchos años para que la gente seria considerara a Hitchcock algo más que cine comercial. No pasa nada porque a algunos les siga pareciendo sólo eso, y además mal hecho.
Eliminar"El eclipse" es un tostón a la moda de la época. Todo pose.
No puedo estar mas deacuerdo con Paco. Para mí Hitchcock está sobrevalorado. Si tienes que leer un libro para profundizar sobre las lecturas, inteligentemente, escondidas en un fotograma, no será que forzamos ese imaginario.
ResponderEliminarLo propio de toda obra maestra es tener varias lecturas, algunas de las cuales necesitan no un libro sino docenas para ser totalmente comprendidas.
Eliminar¿O tú crees que para comprender a fondo Don Quijote te basta con leerlo?
Y no hablemos ya de la pintura, el arte que más iniciación necesita.
Curiosa y rotunda afirmación. ¿De dónde sacas, amigo Lejano, que la pintura es el arte que más iniciación necesita? ¿Más que la música? ¿Más que la arquitectura?
ResponderEliminarLo saco sencillamente de la experiencia. Ver pintura sin haber leído algo sobre lo que se ve y verla habiendo leído algo sobre ella es totalmente diferente. Ir al Louvre a ver pintura sin haber leído una buena "Historia de la pintura" (como la de Gombrich, por ejemplo) es no enterarse de la fiesta. Sin haber leído buenos libros sobre la pintura de Velázquez es imposible comprender por qué es un pintor genial.
EliminarY luego hay la pintura medieval y renacentista, llena de reglas, convenciones, símbolos y otros emblemas esotéricos que es imposible descifrar sin una buena información. Quien lo dude que lea "Detrás de la imagen. Conversaciones sobre el arte de leer el arte" (Tusquets, 2002) del gran Federico Zeri, uno de los mejores especialistas del tema.
La música es infinitamente más accesible, puesto que se puede ser a la vez totalmente inculto e hipersensible a su belleza. La arquitectura necesita también iniciación, pero para apreciar la maravilla de Notre-Dame o de las catedrales de Amiens y de Reims, no hace falta ser un especialista de la arquitectura gótica.