No fue la sociedad atenta (dicho sea con sarcasmo) la que forzó la renuncia al puesto en Washington en el Banco Mundial del exministro Soria. Fue -dice un diario- una rebelión interna en su propio partido. Todo sea por el bien de España, a la que tanto invocan estos señoritos ladrones; grey de Rajoy, el idiota máximo, el inútil ejemplar. ¡Oh sociedad atenta y libre, cada vez te retratan mejor Los Caprichos de Goya!
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