La mente no es el pensamiento, la mente es lo que pensamos sin darnos cuenta: vemos un cuerpo atractivo y sentimos deseo; vemos un escaparate y apetecemos el brillo de los objetos. Vemos un rostro entre la multitud y sentimos un estremecimiento de terror o asco. La mente discurre con el tiempo, nunca está quieta, es inestable como el mar y la atmósfera. Va de un lado a otro y no se detiene en nada. Las conversaciones telefónicas, la prisa, las aglomeraciones, el ruido, las noticias, la publicidad, el tráfico son enemigos de la paz mental. Nuestra civilización parece organizada por un inteligencia que pretendiera sacarnos de nuestras casillas. No nos ensimisma, sino que nos enajena. Sentimos horror del silencio y la soledad. Lo curioso es que no hay mayor soledad que la de la multitud.
No puedo estar mas deacuerdo.
ResponderEliminarLa soledad en este tiempo se califica como algo malo y así está la sociedad, alimentada a base de prozac y derivados
Lo más curioso del asunto, amiga L. N. J., es que a quien tienes que "demostrar que no eres un robot" es, me figuro, precisamente a un robot. Con lo que el asunto pasa a ser directamente delictivo. En fin.
ResponderEliminarNo hay nada que perdonar; al revés, agradezco tus disculpas. Y no creas; la timidez, para quienes la padecemos, es algo incómodo y poco grato. Uno se acostumbra con el tiempo, eso sí, pero como se acostumbra a una enfermedad o un defecto. Todos tenemos los nuestros, y ojalá el peor de los míos fuera ése, la timidez; mucho me temo que no sea el caso. Pero todos tenemos mucho que aprender; y el reconocerlo (miles de personas lo habrán dicho ya, muchísimas otras lo habrán pensado) es el primer paso para saber más. Quienes difícilmente aprenderán son justo los que creen saberlo todo, los que, como dice la frase hecha, creen estar "de vuelta". La verdad es que ésos, aunque desde luego no lo sepan, ni siquiera han ido. Y si han ido, peor, porque no se han enterado de nada.
ResponderEliminarNo sé bien qué cosa es eso de "una mujer culta". Como ya señalara Eliot, información no es conocimiento, y conocimiento no es sabiduría. Esta última, la más valiosa, la poseen también personas que no saben, o apenas saben, leer. No es la cantidad de lo que asimilamos, sino la calidad de la asimilación, lo que puede enriquecernos de veras. Y ella no es incompatible con una formación "cultural" escasa. Somos personas, no libros, ni loritos de repetición. La cultura está bien; pero hay cosas más importantes. Por ejemplo, una mirada propia, y (en lo que se pueda) libre. Como dice un amigo poeta, "lo demás es lo de menos".
ResponderEliminarSobre la timidez, la única forma de vencerla es, creo, que deje de importarnos. Cuando deja de importarnos ser tímidos la timidez deja de importunarnos.
EliminarY, como es sabido, todos llevamos una o muchas máscaras que nos ponemos según la situación.
Poz ezo. Y lo de despreocuparse de la timidez es más fácil de decir que de hacer; con todo, no deja de ser un consejo razonable y bienintencionado. Gracias.
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