Piedad
para los perros
que lloran
(piedad
sin límites).
Piedad
para los ratones
que se retuercen de dolor.
Piedad
para las lombrices de tierra
que se aplastan indefensas
(limitada
piedad).
(Piedad
para los protozoos
que mecen sus cilios
con tanta desesperación.
Piedad
para las células
que se arrastran por su vida).
Piedad
para el sistema nervioso central,
excepto para la microglia.
A los
pacientes
con esclerosis
lateral amiotrófica progresiva
que les
jodan. No deberían haber nacido.
Que El
Bosco sea siempre con ellos
por los
siglos de los siglos. Amén.
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