Observo la foto que escogí en la nota anterior para ilustrar la noticia del fallecimiento de la investigadora italiana. Es una foto agradable, que despierta simpatía por el personaje. No se me ocurriría poner una foto donde Rita apareciera dándole un bastonazo a un niño o riñendo con un colega (en la mayoría de las fotos aparece una ancianita de sonrisa angelical). En fin, para ir al grano: he sido tan poco objetivo como el caricaturista político que pinta con rasgos de mono o de diablo a un personaje antipático que representa una clase social o una raza que detesta. Aunque mi intención no era humillar sino todo lo contrario. Cómo nos dejamos llevar por las emociones.
Los embriones no saben que es sábado
Rita Levi-Montalcini en el laboratorio |
Mujer y judía para más inri, nacida en una época en la que regían los valores de la sociedad victoriana (la mujer debía consagrarse al cuidado de su prole) pasó por encima de todos los obstáculos -incluidas las leyes raciales del fascismo- con una voluntad de hierro. Llegó a montar un laboratorio clandestino en el sótano de su casa, mientras se escondía de los camisas negras. Siendo ya muy vieja dijo en una ocasión: "El cuerpo hace lo que quiere. Yo no soy mi cuerpo: soy mi mente."
Mujer admirable. Rita Levi-Montalcini ha muerto hoy en Roma a los 103 años de edad.
Aceleración
Dijimos que la vida es un soplo. Tal vez habría que reconsiderarlo. No porque vivir cien años sea una gran fracción de tiempo -ya que no es más que una chispa- sino porque vivir un siglo en nuestra época es ser testigo de tal cantidad de acontecimientos, mutaciones y cambios que más que años parece que cumplimos eras geológicas.
Hemos visto cómo se derribaban las estatuas de Lenin y Stalin, cómo se cambiaba el nombre de ciudades. Recuerdo casas sin agua corriente, sin aseos y sin teléfono. Hubo un tiempo en que mi familia no tenía coche. Hemos llegado a ver un presidente negro en la Casablanca.
Nuestra vida cotidiana se ha transformado tanto en treinta años que apenas se reconoce. Esto se debe principalmente a la tecnología. Internet, los móviles, las redes sociales, la generalización de los viajes: de esto no existía el menor indicio hace veinte años.
¿Ha cambiado la vida esencialmente? Sí, hemos vivido muchos cambios; pero el pasado (ese tiempo inconcebible en que aún no habíamos nacido) es aún más remoto. No vimos Europa destruída por la guerra, pero sí alcanzamos a ver sus cicatrices. Estamos asistiendo a la decadencia de los Estados Unidos y al desarrollo de países que ayer se consideraban del Tercer Mundo. El mundo de los vivos nos reclama, pero solemos ignorar que somos futuros muertos que hablan con futuros muertos.
Un poema de Walt Whitman
Mientras escribía la nota anterior me acordé de este poema de Walt Whitman:
ME SIENTO Y MIRO
Me siento y miro todos los dolores del mundo, toda la opresión
y la vergüenza;
oigo los secretos sollozos convulsos de jóvenes angustiados,
remordidos, arrepentidos de hechos que cometieron;
veo en la vida miserable a la madre maltratada por sus hijos,
moribunda, abandonada, desvalida, desesperada;
veo a la esposa maltratada por su marido, veo al traicionero
seductor de muchachas;
advierto el encono de los celos y del amor no correspondido
que trata de esconderse, veo todo eso en la Tierra.
Veo los estragos de las batallas, la pestilencia, la tiranía,
veo a los mártires y a los prisioneros;
veo el hambre en el mar, observo a los marineros echando
a suertes quién ha de morir para preservar la vida del resto.
Veo los insultos y degradaciones de hombres arrogantes
a los trabajadores, a los pobres, a los negros y semejantes.
Todo eso, toda la vileza y la agonía sin fin me siento a contemplar.
Veo, oigo y callo.
Salvajada
Todos conocerán la noticia: el domingo 16 de diciembre una chica de 23 años, estudiante de medicina, y un amigo suyo, ingeniero informático, de 28 años, salieron de ver una película en unos cines de Nueva Delhi. Sin sospechar lo que les esperaba tomaron un autobús gestionado por una empresa privada (son más caros y tienen menos paradas) para volver a casa.
Durante una hora, mientras el autobús circulaba por la capital con un conductor cómplice, los dos jóvenes fueron torturados por un grupo de hombres. La chica fue repetida y salvajemente violada. Cuando estos individuos se cansaron de su esfuerzo sádico arrojaron, como quien tira una botella vacía, a los jóvenes del autobús en marcha.
Esta agresión sexual desencadenó la ira de miles de personas en la capital de la India, con violentas manifestaciones que alarmaron al gobierno hindú y que costaron la vida a un policía. La chica, ante la gravedad de su estado, fue trasladada a un hospital de Singapur, con la esperanza oficial de que recibiera mejor atención médica, aunque más bien parece que lo que quiso el gobierno hindú fue alejar a la joven de sus vecinos.
La chica murió el sábado 29 de diciembre.
Cómo es posible que un autobús urbano, ocupado por un puñado de criminales, circule por una ciudad a la caza de una víctima a la que violar hasta la muerte, es algo que cuesta comprender. Algo parece claro: eran gente con suficiente dinero para comprar ese autobús y corromper a su personal. Posiblemente los responsables quedarán impunes.
En Nueva Delhi se produce una violación cada dieciocho horas. Pero hay que tener en cuenta que muchas agresiones no se denuncian.
No lo tengo claro
¿Son los jueces los que están al servicio de la policía o es la policía la que está al servicio de los jueces?
Jovellanos o no
Noticia sensacional: por lo visto lo de la lotería es un montaje. Resulta que a nadie le toca el Gordo, es un premio fantasma. ¿Y quiénes son, entonces, los que salen celebrando el premio? Son actores. Actores contratados por el Estado para engañar a los españoles con el fin de mantener viva la ilusión del juego.
Por eso lo que está escrito en la nota anterior (esas pedantes y pseudoilustradas disquisiciones sobre el Pueblo y su ignorancia) no sirven. No son gente del pueblo: son actores.
El Gordo
El pueblo no tiene remedio, es como un niño. Si lo ilumina la diosa Fortuna pierde toda compostura y estalla en un gozo irrefrenable. Las risas muestran dentaduras devastadas. Se comportan como borrachos, como personajes de Solana o de Goya. Con qué desprecio deben de ver esas escenas los millonarios con clase, la élite que mueve los hilos, los ricos de cuna.
Lo que el pueblo necesita no es dinero, es educación. Esa educación de la que esta buena gente carece y que tanto necesitaría para mostrarse digna cuando la Fortuna, por una vez en la vida, le sonríe.
Le monde comme il va
Grecia recibe náufragos que huyen de lugares aún, todavía, incluso peores que Grecia. Hace días una patera proveniente de Turquía se hundió cerca de la isla de Lesbos. Se rescataron dieciocho cadáveres. Curiosa expresión: "rescatar un cadáver." ¿De qué peligro lo rescatan?
En vista de los informes recibidos por BP, Exxon, Total, Shell y compañía, podemos afirmar que África está subcontaminada. Estamos tratando de remediar esta carencia.
DSK tendrá ya su película. Del honesto preboste, se rumorea, hará el no menos histriónico Gerard Depardieu que acaba de decir adieu a la France en su departure del país que premia a los pobres y castiga a los ricos.
¿Llegará a ser santa nuestra humilde y racial Tamara Falcó y Preysler?
Sabotaje en el metro
Nuestra vida cotidiana es desde hace tiempo una grotesca película de terror. No sólo en este pequeño país, sino en todo Occidente. En algún lugar entre dos estaciones de metro accionan el freno de emergencia y los vagones abarrotados de carne humana (gente que va al trabajo, gente que viene del trabajo) quedan detenidos en los raíles del inframundo.
Ataques de pánico: "piensa en las vacaciones, imagina que estás en la playa" dice una voz caritativa, a la garganta que grita. Luego, las declaraciones a la prensa del político, que observa la ciudad desde su despacho, en lo alto del rascacielos: "la seguridad de los ciudadanos", dice. ¿Qué seguridad? ¿Qué ciudadanos?
Esto me trae a la memoria la frase de aquel cuento de Kafka: "mi barca no tiene timón, se mueve con el viento que sopla de las regiones inferiores de la Muerte."
Fiestas
Estos días los judíos celebran una de las fiestas más importantes de su calendario: la Hanukkah. Suele caer un poco antes de la Navidad cristiana. En la Hanukkah -que dura ocho días- los judíos celebran la fiesta de la purificación del templo de Jerusalén, que habían profanado los griegos, en la época helenística. Los judíos conmemoran el milagro de que una vela ardiera ocho días seguidos cuando sólo tenía aceite para uno.
Veo una familia reunida en torno al candelabro de nueve brazos, en algún helado lugar de Ucrania, en el otoño de 1940.
¿Es inútil sublevarse?
La Revolución Islámica que derrocó a Reza Pahlevi, Sha de Persia, fue saludada al principio, por Michel Foucault.
Foucault viajó a Irán en 1978 como corresponsal de un diario y fue testigo directo de la sangrienta sublevación popular. A propósito de esta experiencia "sobre el terreno" publicó en mayo de 1979 un artículo para Le Monde titulado: "¿Es inútil sublevarse?"
Foucault pasó del entusiasmo a la decepción. Dice el filósofo: Ciertamente no da
ninguna vergüenza cambiar de opinión, pero no hay ninguna razón para
decir que se cambia de opinión cuando se está hoy contra la amputación
de manos, tras haber estado ayer contra las torturas de la Savak (policía secreta del régimen).
Foucault distingue entre "sublevación" y "revolución".
La primera sería el movimiento mediante el cual un solo hombre, un grupo, una minoría o un pueblo entero dice "no obedezco más" y arroja a la cara de un poder que estima injusto el riesgo de su vida.
La revolución, en cambio, constituye para Foucault un gigantesco esfuerzo de aclimatación de la sublevación en el interior de una historia racional y controlable. La revolución le ha dado una legitimidad, ha hecho la selección de sus buenas y malas formas, ha definido las leyes de su desarrollo; le ha fijado condiciones previas, objetivos y maneras de cumplirse. Se ha definido, incluso, la profesión de revolucionario.
La primera sería el movimiento mediante el cual un solo hombre, un grupo, una minoría o un pueblo entero dice "no obedezco más" y arroja a la cara de un poder que estima injusto el riesgo de su vida.
La revolución, en cambio, constituye para Foucault un gigantesco esfuerzo de aclimatación de la sublevación en el interior de una historia racional y controlable. La revolución le ha dado una legitimidad, ha hecho la selección de sus buenas y malas formas, ha definido las leyes de su desarrollo; le ha fijado condiciones previas, objetivos y maneras de cumplirse. Se ha definido, incluso, la profesión de revolucionario.
El artículo de Foucault continúa preguntándose si cabía esperar que el elemento religioso de la revolución iraní se borrara en provecho de fuerzas más reales y de ideologías menos "arcaicas" y responde que no. ¿Se tiene o no se tiene razón para rebelarse?, pregunta. Y añade: Dejemos la cuestión abierta. Hay sublevación, es un hecho; y mediante ella es
como la subjetividad (no la de los grandes hombres, sino la de cualquiera) se introduce en la
historia y le da su soplo. Más adelante agrega: siempre es peligroso el poder que un hombre ejerce
sobre otro.
A la luz (o más bien oscuridad) de la situación que estamos viviendo en España me parece que este artículo de Foucault tiene mucho que decirnos.
Vincent
Las noticias diarias son una fuente inagotable de perplejidad: cuando uno pensaba que la crueldad y la estupidez humanas habían llegado al límite viene otra noticia que lo desmiente.
Dos investigadores americanos afirman en una "monumental" (como dice la crónica) biografía que Van Gogh no se suicidó, que lo mataron unos cazadores accidentalmente. Los autores matizan la conclusión: Nunca decimos categóricamente que Van Gogh no se suicidó. Lo que
decimos es que, dado el peso de la evidencia, un disparo accidental es
mucho más probable. En la comunidad científica, este descubrimiento lo
han recibido muy bien. Algunos psiquiatras nos han dicho que creen que
la nueva explicación de la muerte de Van Gogh tiene mucho más sentido
dado el estado mental de Van Gogh.
La "comunidad científica" dicen, ¿qué comunidad de vecinos será ésa?
Hay que corregir a Artaud, que se equivocó desde el título: "Van Gogh, el no-suicidado de la sociedad."
¿Y si no se suicidó? ¿Y si lo mandó envenenar el Papa? ¿Y si le mordió una morsa? ¿Y si fue un ataque de risa?
Ajustes dolorosos
El vicepresidente de la Comisión Europea (quién sea da igual, el cargo vale más que la persona) afirma en una entrevista, refiriéndose a la reestructuración (perdón por la palabra) de las Cajas de Ahorros, que es "dura y dolorosa pero imprescindible". Habla como el cirujano en la mesa de operaciones antes de amputarle la pierna, sin anestesia, a un paciente. Tiene buenos sentimientos este político socialista (sí, aún existe el socialismo): se nota que le duele. Siendo socialista, ¿cómo no le va a doler el retorcimiento de la clase obrera?
Le duele tanto el "ajuste" (eufemismo por "destrucción") que se proponen realizar como le dolería a una top model ver en la tele que han muerto trescientos pakistaníes en un atentado suicida. Que, por otra parte, no es que nos duela más a nosotros. Ante ciertas situaciones lo más decente, me parece, es no disimular lo poco que nos importan. Hubiera sido más hermoso, más poético, que este alto funcionario y mediocre persona (es una nulidad) dijera: "Me importa un rábano si echamos a la calle a uno, a cien mil a un millón de empleados. Que los dejen sin casa, que los maten uno a uno. Que estalle otra guerra. Yo quiero seguir viviendo bien."
Soy pesimista utópico y estoy mal informado, por eso creo que la mayoría de los políticos que nos gobiernan son de este pelaje.
Le duele tanto el "ajuste" (eufemismo por "destrucción") que se proponen realizar como le dolería a una top model ver en la tele que han muerto trescientos pakistaníes en un atentado suicida. Que, por otra parte, no es que nos duela más a nosotros. Ante ciertas situaciones lo más decente, me parece, es no disimular lo poco que nos importan. Hubiera sido más hermoso, más poético, que este alto funcionario y mediocre persona (es una nulidad) dijera: "Me importa un rábano si echamos a la calle a uno, a cien mil a un millón de empleados. Que los dejen sin casa, que los maten uno a uno. Que estalle otra guerra. Yo quiero seguir viviendo bien."
Soy pesimista utópico y estoy mal informado, por eso creo que la mayoría de los políticos que nos gobiernan son de este pelaje.
La vida breve
Cuando cumplió 100 años Óscar Niemeyer dijo que la vida es un minuto, un minuto que pasa deprisa.
Prensa amarilla
La primera página del New York Post (no confundir con el New York Times) del martes pasado se abrió con la foto de un hombre segundos antes de ser atropellado por el metro. ¿Dónde está aquí el valor de la noticia? Un hombre anónimo, empujado a las vías del metro... por un negro. ¿Que ese hombre tuviera una familia que pueda horrorizarse viendo esa fotografía de portada? Da igual, se publica. Este diario pertenece al grupo News Corporation del que es dueño el honrado Rupert Murdoch, magnate australiano.
New York Post forma parte de esa categoría de periódicos como el The Sun, el The Daily Mirror ingleses; el Bild, alemán, etc. que dan amplio espacio a los deportes, los sucesos y los cotilleos de famosos. Existen sus equivalentes televisivos: esos magazines de sobremesa donde te hablan del embarazo de la novia del futbolista o de la repentina vocación religiosa de la hija de Isabel Preysler.
El mundo es un edificio donde al mismo tiempo que se tortura en el sótano están celebrando una fiesta en la azotea.
Esta clase de periodismo se dirige a una masa acéfala, excitando la curiosidad más baja. Es el combustible de la ignorancia.
New York Post forma parte de esa categoría de periódicos como el The Sun, el The Daily Mirror ingleses; el Bild, alemán, etc. que dan amplio espacio a los deportes, los sucesos y los cotilleos de famosos. Existen sus equivalentes televisivos: esos magazines de sobremesa donde te hablan del embarazo de la novia del futbolista o de la repentina vocación religiosa de la hija de Isabel Preysler.
El mundo es un edificio donde al mismo tiempo que se tortura en el sótano están celebrando una fiesta en la azotea.
Esta clase de periodismo se dirige a una masa acéfala, excitando la curiosidad más baja. Es el combustible de la ignorancia.
Ha muerto la persona más vieja del mundo
Comentario inteligible de W. H. Auden a la noticia:
RECITATIVO DE LA MUERTE
Señoras y señores, ustedes han logrado un enorme progreso,
Y el progreso, de acuerdo, es estupendo.
Han fabricado más coches que coches pueden aparcarse,
Han traspasado la barrera del sonido, y puede que muy pronto
Las máquinas de discos se instalen en la Luna;
Pero les ruego que tengan en cuenta, a pesar de todo eso,
que yo, la Muerte, soy aún y seré la que gobierne el Mundo.
Todavía me ocupo de los osados y los jóvenes; a mi capricho,
El escalador se apoya en esa piedra desprendida,
Arrastra la resaca a los niños que nadan,
El conductor veloz se precipita a la cuneta.
Con otros, espero a que envejezcan
Antes de asignarles, con arreglo a mi humor,
A aquél un infarto, un tumor a aquel otro.
Soy liberal en cuanto a raza y religión.
La situación fiscal, los índices de crédito o la ambición social
Me traen al fresco. Nos encontramos cara a cara,
A pesar de los fármacos y las mentiras de sus médicos,
De los costosos eufemismos de los agentes funerarios.
La matrona de Westcheter y el mendigo de Bowery
Han de bailar conmigo cuando yo toque mi tambor.
RECITATIVO DE LA MUERTE
Señoras y señores, ustedes han logrado un enorme progreso,
Y el progreso, de acuerdo, es estupendo.
Han fabricado más coches que coches pueden aparcarse,
Han traspasado la barrera del sonido, y puede que muy pronto
Las máquinas de discos se instalen en la Luna;
Pero les ruego que tengan en cuenta, a pesar de todo eso,
que yo, la Muerte, soy aún y seré la que gobierne el Mundo.
Todavía me ocupo de los osados y los jóvenes; a mi capricho,
El escalador se apoya en esa piedra desprendida,
Arrastra la resaca a los niños que nadan,
El conductor veloz se precipita a la cuneta.
Con otros, espero a que envejezcan
Antes de asignarles, con arreglo a mi humor,
A aquél un infarto, un tumor a aquel otro.
Soy liberal en cuanto a raza y religión.
La situación fiscal, los índices de crédito o la ambición social
Me traen al fresco. Nos encontramos cara a cara,
A pesar de los fármacos y las mentiras de sus médicos,
De los costosos eufemismos de los agentes funerarios.
La matrona de Westcheter y el mendigo de Bowery
Han de bailar conmigo cuando yo toque mi tambor.
(Traducción de Silvia Barbero)
A pesar de todo
Debo confesar que soy una optimista incorregible: a semejanza de aquellos que a principios del siglo creían que la vida tenía que ser, no podía dejar de ser, no se atrevería a no ser mejor que en el siglo XIX, también yo ahora estoy absolutamente segura de que nos hallamos en vísperas de un nuevo triunfo del humanismo y de una gran alza de los valores humanos. Esto se refiere tanto a la justicia social, como a la cultura, como a lo que se quiera. Mi optimismo no se ha visto afectado siquiera por la cruel experiencia de la primera mitad de nuestro increíble siglo. Incluso al revés: lo pasado por nosotros apartará durante mucho tiempo a los hombres de teorías, seductoras a primera vista, según las cuales el fin justifica los medios y "todo está permitido". Mandelstam me enseñó a creer que la historia es la comprobación en la acción y en la experiencia de los caminos del bien y del mal.
Nadiezhda Mandelstam, Contra toda esperanza
Creced y multiplicaos
Ya es oficial: esta salutífera hembra está preñada. Robespierre declina hacer cualquier tipo de declaración. Edmund Burke se congratula del feliz acontecimiento.
Guau Guau
Expertos en conducta animal insisten en que no hay razas más agresivas que otras y en que la educación es clave.
Diario "El Mundo"
Como ya dejaron de existir las razas humanas seguro que la noticia se refiere a los perros.
Otro poema de Miroslav Holub
DERECHOS
DE LOS ANIMALES
Piedad
para los perros
que lloran
(piedad
sin límites).
Piedad
para los ratones
que se retuercen de dolor.
Piedad
para las lombrices de tierra
que se aplastan indefensas
(limitada
piedad).
(Piedad
para los protozoos
que mecen sus cilios
con tanta desesperación.
Piedad
para las células
que se arrastran por su vida).
Piedad
para el sistema nervioso central,
excepto para la microglia.
A los
pacientes
con esclerosis
lateral amiotrófica progresiva
que les
jodan. No deberían haber nacido.
Que El
Bosco sea siempre con ellos
por los
siglos de los siglos. Amén.
El sexenio fúnebre
Cumpliendo los plazos reglamentarios que establece la Constitución Mexicana (Título III, Cap. III, Art. 83) el presidente Felipe Calderón deja el poder después de seis años en el cargo. A sus espaldas quedan entre 60.000 y 80.000 muertos, gracias a su heroica lucha contra el narcotráfico.
Para quien quiera saber más dejo aquí el enlace al espléndido artículo de Lino González Veiguela sobre esta catástrofe:
http://fronterad.com/?q=bitacora/linogonzalez/mexico-sexenio-muertos
Un poema de Miroslav Holub
Un ejemplo de cómo abstrusas teorías científicas pueden ser materia para buenos poemas, siempre que el poeta sea bueno, claro está. Miroslav Holub (inmunólogo de profesión) era un poeta extraordinario.
ESPACIO-TIEMPO
Cuando yo crecí y tú menguaste
entonces-
(En la teoría de Kaluza la quinta dimensión
se representa como un círculo
asociado con cada punto
del Espacio-Tiempo).
-entonces, cuando muera, ¿Nunca volveré a estar vivo?
Nunca.
¿Nunca, nunca?
Nunca, Nunca.
Sí, pero ¿nunca, nunca, nunca?
No... nunca, nunca, nunca,
sencillamente nunca, nunca.
De esta forma hicimos
una pequeña y familiar contribución
al problema cuántico de la supergravedad de once dimensiones.
ESPACIO-TIEMPO
Cuando yo crecí y tú menguaste
entonces-
(En la teoría de Kaluza la quinta dimensión
se representa como un círculo
asociado con cada punto
del Espacio-Tiempo).
-entonces, cuando muera, ¿Nunca volveré a estar vivo?
Nunca.
¿Nunca, nunca?
Nunca, Nunca.
Sí, pero ¿nunca, nunca, nunca?
No... nunca, nunca, nunca,
sencillamente nunca, nunca.
De esta forma hicimos
una pequeña y familiar contribución
al problema cuántico de la supergravedad de once dimensiones.
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