Chispas de nacionalismo

Nací en el extranjero como todo dios.
El estado natural del hombre es el exilio. 
Los cursis dicen que nuestra patria es la infancia.
La tierra es redonda: demasiado al este es el oeste. 
El escocés, el vasco, el español, el catalán, el serbio o el norteamericano piensan que es mérito suyo haber nacido en Glasgow, en Hernani, en Ávila, en Granollers, en Belgrado o en Denver. 
Pues con su pan se lo coman y que les aproveche. 

4 comentarios:

  1. Voy a dejar de poner comentarios porque mi aquiescencia (en todas y cada una de tus entradas) empieza a ser repetitiva.
    Un abrazo.

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    1. Tu aquiescencia es señal de que manifiesto opiniones personales. Es difícil resistir la tentación de no opinar sobre alguna cuestión de actualidad o que entrañe polémica.

      Un abrazo.

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    2. Es difícil resistir "la tentación de opinar", quiero decir.

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  2. Cuando era un joven inberbe pensaba que el nacionalismo era algo bueno para conservar culturas, lenguas, constumbres que enriquecerían a los individuos, a los territorios vecinos.
    Que suerte vivir en Suiza rodeado geograficamente de culturas no de paises.
    Me empezó a salir pelo bajo la nariz y el nacionalismo se convirtió en una jaula de estúpidos.

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