Los titulares de la prensa se han vuelto ininteligibles para mí, con esa jerga económica llena de "primas de riesgo" "ataque de los mercados" "crisis de la deuda" etc etc
Este fenómeno ha empezado a producirse en 2008, cuando estalló la crisis que aún hoy nos sacude y que parece más enconada con cada día que pasa.
Ese lenguaje pseudocientífico encubre más que aclara. Lo único real es nuestra angustia. Angustia que tendrá un buen rendimiento publicitario.
Ahora nos vemos obligados a emplear una jerga que no comprendemos. El lenguaje del hombre de la calle es una construcción del poder.
La primera catástrofe es siempre una catástrofe del lenguaje.
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