Teoría del Estado


Por un lado los manifestantes convocados el 25 de setiembre para rodear el Congreso: un asedio simbólico. Por otro los antidisturbios, encargados de proteger el recinto del Congreso y de cargar con contundencia contra los que se obstinen en su actitud contestataria.
Manifestantes y policías hablan dos lenguajes diferentes. Los primeros están convocados por una "coordinadora", su propósito es mostrar su indignación contra el actual estado de cosas. Qué cosa sea el Estado no les preocupa: quieren un cambio, cualquier cosa menos esto. La policía, por su parte, tiene la tarea de representar la fuerza del Estado protegiendo al símbolo amenazado por la multitud que es el edificio del Congreso. 
España es un país muy debilitado que no puede permitirse ofrecer una imagen de debilidad ante el mundo, ni ante sí misma.

Los manifestantes están con la corriente de los tiempos; los policías son los agentes de un anacronismo. Los primeros son Facebook; los segundos, Montesquieu.

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