Los científicos del CERN de Ginebra anunciaron hoy el descubrimiento del bosón de Higgs. Los portavoces son cautelosos: que sí, que no, que puede. ¿En qué quedamos? Que casi con absoluta certeza lo que se ha descubierto en el Solenonide Compacto de Muones del acelerador de partículas es el bosón de Higgs. Como dice el físico Antonio Ruiz de Elvira: realmente no es una partícula sino la excitación de un campo, como el hocico del pez que roza la superficie del estanque y desaparece de nuevo. Si el estanque es como el Mediterráneo y el pez toca esa superficie una vez al año es difícil poder observar el suceso. La vida del bosón es tan corta que existe durante una billonésima de billonésima de segundo, así que no hay que distraerse. El bosón de Higgs es lo que hace que las partículas tengan masa. Resulta una pieza fundamental en la constitución del universo. ¿Y si resulta que no existe?
Higgs postuló la existencia de esta entidad en 1964. Parece que ha vivido para ver confirmada su hipótesis. ¡Eureka!
Vivimos en una época que entiende la naturaleza como fuerzas, campos, partículas cuya naturaleza es representable matemáticamente. No existe el éter, ni un fluido místico que penetre el espacio. Ni el principio del universo es el agua o el aire como pensaban algunos presocráticos. Al final de todas las mediciones y desarrollos estadísticos, cuando las máquinas de considerable potencia tecnológica (aceleradores, ordenadores) han hecho su trabajo siempre quedan las viejas preguntas filosóficas.
Para responder a esas preguntas no hay ecuaciones, ni sirven aparatos como el Large Hadron Collider.
¿No ves algo de fe religiosa en el bosón?
ResponderEliminarQué va. El bosón es ateo. Aunque le llamen "la partícula de Deus".
EliminarPero, bromas aparte, sí veo fe en la ciencia como hay fe en la Tres Veces Santa Trinidad.