Envidia

Benedetto Croce escribió un libro de hermoso título: La Historia como hazaña de la Libertad. Sería estupendo que así fuera. Hegel aún pensaba que la Historia era un proceso inexorable en el cual el Espíritu Absoluto acabaría conociéndose a sí mismo. Hoy sabemos que no es así. No sólo porque hemos nacido después de las grandes destrucciones del siglo XX, sino por nuestro tiempo presente, que es verdaderamente asqueroso.
El motor de la Historia no es la Libertad, sino las más bajas pasiones: la envidia, en primer lugar. Las revoluciones francesa y rusa no se entienden sin la envidia. Lo fatal es que esa envidia (sentimiento bajo) estaba justificada. 
Ahora vivimos en la degradación humana más divertida. Escribo esto mientras escucho (o creo que escucho) la obertura Egmont y mastico un trozo de jamón. Nada hombre, que el hombre no es más que una fábrica de excrementos.

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