Jean de la Bruyère |
La Bruyère fue un moralista francés que vivió en la segunda mital del siglo XVII. No vivió lo bastante para ver la Revolución Francesa, pero contribuyó, sin pretenderlo, a prender la llama. Que era un hombre sensible y justo lo atestigua esta frase tomada del capítulo "De los grandes" de su obra Los caracteres. Me parece de rabiosa (como suele decirse) actualidad, gracias a los desmanes del actual gobierno:
Si comparo las dos clases de hombres más opuestas, quiero decir la de los grandes con el pueblo, este último me parece contento con lo necesario, mientras los otros se sienten inquietos y pobres con lo superfluo. Un hombre del pueblo no sabría hacer ningún mal; un grande no quiere hacer ningún bien y es capaz de grandes males. El primero no se forma ni se ejercita más que con las cosas que son útiles y el otro con las nocivas. Allí se muestran ingenuamente la grosería y la franqueza; aquí se esconde una savia maligna y corrupta bajo la corteza de la cortesía. El pueblo apenas tiene ingenio y los grandes no tienen alma: en el primero hay un buen fondo y no tiene fachada; en los segundos sólo hay fachada y una superficie simple. ¿Hay que escoger? No lo dudo: quiero ser pueblo.
La corteza de la cortesía. Um, qué curruscante aliteración.
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