No se entiende el mundo en que vivimos sin Hegel. Tampoco se entiende sin Darwin. ¿Se puede entender sin Santo Tomás de Aquino? Los cuadros de El Greco no se entienden sin ese pensador cristiano. No se puede entender el mundo actual sin la física cuántica ni la teoría de la Relatividad. No se entiende sin la ciencia moderna. No se entiende sin los griegos ni romanos. Hace cien años los periódicos eran todo texto y ninguna fotografía. El periodismo se fue haciendo visual a medida que la sociedad se hacía más compleja tecnológicamente. Ahora las noticias se producen y publican al minuto. El ruido de la actualidad es atronador. En nuestro mundo creo que no hay ninguna creación absolutamente novedosa. ¿Y la inteligencia artificial?, se puede objetar. En ciencia aparecen todos los días nuevos descubrimientos, algunos asombrosos, pero ninguna teoría que cambie nuestra imagen de la naturaleza, ni mucho menos surge algún modo de conocimiento que sea distinto de la ciencia. Heisenberg tituló un libro suyo "la imagen de la naturaleza en la física actual". La física de Heisenberg sigue siendo, en lo esencial, la nuestra. Sucede lo mismo con el arte. Veo en Wikipedia que la serie de 90 latas de conserva conteniendo "mierda de artista" data de agosto de 1961. Se trata de una "obra" de Piero Manzoni. Así que los escándalos vienen de lejos. El arte ha muerto. ¿Vamos a seguir pintando paisajes por muy abstractos que sean? ¿Qué nos queda por hacer? Y en política, ¿hay algo nuevo? ¿Se puede seguir haciendo poesía después de Auschwitz? (Algunos visitantes se hacen selfies en ese lugar). Que se lo pregunten a Paul Celan. ¿Será verdad que la novela ha muerto? Después de Joyce, ¿a qué se dedican los novelistas? Pues sigue habiendo novelistas, y a millares. Como poetas, que también hay miles.
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