Me sitúo detrás de un carrito y espero pacientemente mi turno para pagar en caja. Después de un momento una cajera me hace señales; me dice que la cola está más allá. El carrito detrás del que me había colocado disciplinadamente estaba detenido y aislado en medio del pasillo. Hago a la chica un gesto que quiere decir "qué despiste". Sin embargo, me parece que no es un simple despiste. Es como si dejáramos a un lado la inteligencia cuando estamos entre la masa, inmersos en una mecánica, sea la que sea. Tocaba guardar cola y me puse detrás del último carrito sin advertir que la cola estaba unos metros más adelante. Esa mecánica nos convierte en borregos. Esto explica muchas cosas.
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