Me gusta mucho el título de esta novela de Zola. No he leído el libro. Conozco la historia gracias a wikipedia que como fuente de información es muy eficaz. Consulto mucho la wikipedia. "Consultar" es el verbo que se usa cuando se maneja una vasta obra que parece proporcionar toda la información posible sobre lo escible (lo que puede llegar a saberse).
París, bajos fondos. Un barrio de Montmartre. Novela publicada en 1876. La vida no es noble, ni buena, ni sagrada. El escándalo está servido. A las gentes respetables les indignó que Zola retratara tan en bruto la vida de una pobre mujer y sus parásitos (son todos dignos de compasión, hasta los canallas). Una de las falsedades que gustamos pronunciar y oír es la siguiente: "si te esfuerzas lograrás lo que te propongas". Eso es música celestial. Para muchos ese objetivo es, simplemente, no destruirse. Lo sepan o no. Esto ocurre si el ambiente es miserable, si se vive en la animalidad. También en París existían (y existen) esas catacumbas. Las hay en todo el mundo y en todas las épocas. La fatalidad existe: los personajes de Zola (los de esta novela al menos) no tienen ninguna posibilidad de redención. Así la protagonista, Gervaise, que es mujer trabajadora, termina cayendo en el pozo. En el combate entre Voluntad y Fortuna (entiéndase "mala fortuna") 99 de cada 100 veces (seamos optimistas) vence la segunda. Para salir de ciertas situaciones, situaciones como las que Zola plantea, se necesitan esfuerzos sobrehumanos, y nosotros, pobres mortales, que tenemos huesos frágiles, no somos de hierro. En nuestra época, que se precipita por la pendiente, la clase media está desapareciendo. Imposible formar una familia, llevar una vida ordenada si no alcanzan ni el dinero ni las fuerzas. Primero la comida, luego la moral. Recuerdo las figuras heroicas e insensatas de Orwell y Simone Weil, que siendo, por privilegio social, favorecidos por la fortuna bajaron voluntariamente hasta las cloacas. Como se sabe los dos tuvieron una vida tan breve como las de sus compañeros de infortunio. La pobreza contamina. Quien da la mano a un leproso ya sabe a lo que se arriesga. Para millones de individuos, hoy como ayer y como mañana, es un sueño imposible llegar a la vejez. En el estado de naturaleza -y cada vez vivimos más en ese estado- la vida humana es "solitary, poor, nasty, brutish, and short" tal dijo Hobbes.
Si en la línea de salida para correr los cien metros lisos se pusiera un atleta y otro corredor con una carga de treinta kilos en la espalda no hace falta ser muy listo para saber quién ganará. Esa es la carrera de la vida. El mérito de algunos no es bajar de los 10 segundos, sino llegar a la meta. Lo terrible es que el que pierde puede haber realizado un gasto de energía infinitamente superior al vencedor. Pero al que pierde no se le reconoce el mérito. La carrera de la vida no es como la de Aquiles y la tortuga, que es una sutileza griega.
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