Decirlo todo antes del fin

Francia es un país que se caracteriza por la precocidad de muchas de sus figuras. En poesía está el arquetipo de muchacho genial: Rimbaud (el final de Rimbaud, en un hospital de Marsella, fue algo tremendamente miserable). Aunque hubo más: Radiguet, François Sagan, Laforgue, Lautréamont y el longevo Víctor Hugo. ¿Quién era Juana de Arco? Un chica de 18 años, analfabeta. En el terreno de las matemáticas destaca Évariste Galois (se le ha dedicado un relato largo por lo menos, "Évariste", autor François-Henry Désérable). Año 1832. Tenía 20 años cuando, no sé por qué motivo, tuvo que batirse en duelo. Galois: el Rimbaud de las matemáticas. Rimbaud: el Galois de la poesía. En este blog ya se ha mencionado la fatalidad de algunos duelos (Pushkin, Lérmontov).
         Se sabe que Galois era muy díscolo, un revolucionario en política y que se metió en muchos follones. La víspera de aquel día fatal, en la vigilia de la última noche, presintiendo su muerte (bastante probable por lo demás) se puso a escribir febrilmente en unas cuartillas todo lo que había pensado sobre el álgebra. Es una carta dirigida a un amigo suyo. Los matemáticos conocen la historia (o deberían). Es su testamento científico. Pasaron varias décadas, el pobre Galois cayó en el olvido inmediato, hasta que se descubrió la enorme riqueza de aquellas intuiciones. "Se encontrará, espero, gente que encontrará provecho en descifrar todo este lío." Creo que a esa rama fundada por él se le llama hoy "Teoría de grupos". Imaginemos a ese chico escribiendo como un loco, tratando de explicar todo lo que sabía -y lo que no sabía por falta de tiempo- en ese texto seminal. Un cerebro y un corazón en ebullición.
       Galois fue herido por su adversario. Parece que los tontos tienen suerte. Ya moribundo le dijo a su hermano: "no llores, necesito todo mi coraje para morir a los 20 años". Poco después expiró.

4 comentarios:

  1. Hay también una novela de Pepe Monteserín, "Matómelo Dumas" (2007), que tiene a Evariste Galois como personaje protagonista.

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    1. Conocía la novela de Monteserín, pero no sabia que tratara de este personaje. Qué curioso.

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  2. ¿Te has fijado que Laforgue y Lautréamont nacieron en Montevideo? ¿Y que también era montevideano Jules Supervielle? Se podría hacer una antología poética franco-uruguaya. Y sería de primera.

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    1. Es verdad, conocía esa coincidencia. Tres poetas franceses que nacen en Montevideo. De Supervielle no leí más que un par de poemas. Apenas lo conozco. Creo que de los tres era el único que hablaba español. Mantuvo la relación con Uruguay toda su vida.
      Es una buena idea la de esa antología. Interesante, curiosa y, como dices, de primera calidad.

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