En el artículo titulado "Sobre la posibilidad de una crítica de arte" Gabriel Ferrater escribe:
"una pantagruélica sed de relaciones personales aqueja a los hombres de nuestro tiempo. Es difícil acertar los motivos esenciales de esta inmoderada alteración. Pero tal vez consigamos dibujar el contorno del fenómeno, recordando algún pasado hecho del que conservamos testimonio suficiente, y que no podemos imaginar repetido hoy día. Por ejemplo, la amistad entre d'Alembert y Lagrange. Al leer la admirable correspondencia de los dos grandes matemáticos, nos impresiona la constante implícita expresión de algo muy alejado de los hábitos y las inclinaciones de nuestra época. Por una parte, Lagrange y d'Alembert no utilizan su correspondencia como un procedimiento para intercambiar ecuaciones como si fueran naipes; se escriben, ante todo, para expresar la amistad y el respeto que sienten uno por el otro, y en sus cartas se observa una ininterrumpida fluencia de gentileza y cordialidad. Pero aquella amistad y aquel respeto no son nunca sentimentales, no operan nunca en el vacío; en cada una de sus manifestaciones, se percibe un duro núcleo de objetividad, y esta objetividad es casi siempre abstracta; los dos grandes hombres se ocupan de apoyar los derechos del amigo (en aquella época, en que estaba muy mal definida la situación jurídica y social de los científicos, éstos andaban siempre metidos en pleitos y reivindicaciones) y de facilitar su trabajo; se interesaban, en cambio, escasamente por sus deseos, e ignoran en absoluto sus sentimientos, en el estrecho sentido que hoy damos al término. Esta actitud no implica una deshumanización, como hoy dicen, o una represión de la intimidad, sino todo lo contrario: revela un formidable poder humanizador, una capacidad de incorporarse íntimamente las abstracciones, de convertirlas en savia y orientación vital. De esta fuerza humanizadora carece nuestro tiempo"
Que cada cual reflexione sobre esto. A mí me parece que Gabriel Ferrater tiene bien ganada su fama de inteligente.
Conozco su poesía, pero ¿de dónde es la cita?
ResponderEliminarPor cierto, curioso su suicidio: tan riguroso y coherente que hasta resulta ridículo.
Un saludo
Ander,
Hola, Ander: esta cita esta tomada de un libro que reúne sus artículos sobre pintura, que fue una pasión de Ferrater: "Sobre pintura" de Seix Barral.
EliminarEstoy de acuerdo contigo en que su suicidio fue riguroso y coherente. Como sabes confesó a un amigo, cuando tenía unos treinta años, que no quería vivir más allá de los 50: no quería "oler a viejo" como dijo.
Un saludo
"sed de relaciones personales", creo que entiendo a qué se refiere (esto siempre significa: este es el significado que yo le doy con independencia de lo que quiera decir) y hoy es multiplicadamente más verdad, probablemente, que cuando lo escribió. Pero el ejemplo que da es todo lo contrario, supongo que por eso lo da, un ejemplo de relación que desde luego hoy nos resulta fría y distante, y dicho sea de paso, muy masculina. Una relación de respeto, de compartir intereses, y hasta chascarrillos, pero con una intimidad fuertemente custodiada. Supongo que esas torres ya están cayendo. Como decía mi abuelo, ya no hay hombres como aquellos.
ResponderEliminar"Intimidad fuertemente custodiada", como dices. Esa discreción no excluye sino que acentúa, observa Ferrater, la humanidad de estos dos matemáticos. Hoy parece que si no "compartimos" nuestras ocurrencias más tontas con un público de desconocidos (pienso en Facebook, evidentemente) somos individuos asociales.
ResponderEliminarHoy en día el afecto está infravalorado. Tengo tantos amigos que no me caben en el pecho y los sigo acumulando hasta que revienta mi caja toracica. A mi funeral no viene ni dios
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. Afecto y amistad. Sí, claro: la amistad de Facebook. Muy ingenuo tiene que ser uno para creerse esa falsedad. Un saludo, Felipe.
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