Este lugar inhóspito

La vieja entra riendo, de buen humor: "tengo que quitar de la cuenta a mi hijo, que murió". 
El pueblo está entre dos valles, encajonado. Dos industrias contaminan el aire. Benceno. Es pintoresco desde el coche, siempre que se pase de largo.
El sótano es inmenso, está vacío y huele a humedad.
Las barriadas geométricas, abandonadas y ruinosas. Cada calle tiene el nombre de un general o un coronel.
Entra el hijo de la vieja: un hombre joven, deforme, enano, casi sordo y sin dientes. Tiene la voz muy aguda. No pesará más de 40 kilos. 
Entra un ciego acompañado de otra persona. Está ahogado. Tiene que esperar un rato para poder hablar. Le cuelga una papada inmensa. Es muy grueso. 
Hay una tienda que parece vender prensa y material escolar. Se ha quedado en los años cuarenta. La atiende una chica. 
El puente de hierro cruza el río y las vías.
Desolación, tristeza, fracaso, muerte prematura. Hay dos garzas en el río. 
Entra un gitano, un hombre muy educado. Su hijo está en la cárcel. 
Casas en ruinas, cubiertas por la vegetación.
Este lugar inhóspito.

3 comentarios:

  1. me gusta esta pagina de poesias no lo lei todos pero tegno la impresion de que me va ser un poco dificil de entender la pulpa del mensaje si llego a entender tu forma de ver la vida mediante tus poesias se que voy a crecer mucho

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    1. Muchas gracias por tus amables palabras, Alan! Creo que eres del Perú. Un abrazo desde España.

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