Georg Büchner fue un gran escritor a pesar de su brevísima vida. Es milagrosa la madurez de Büchner, Leopardi, Rimbaud o John Keats. Puede entenderse la precocidad en la música o las matemáticas -que no requieren experiencia- pero no en la literatura. A menudo recuerdo esta frase que Büchner pone en boca de Danton:
Das Nichts hat sich ermordet, die Schöpfung ist seine Wunde, wir sind seine Blutstropfen, die Welt ist das Grab, worin es fault.
La Nada se ha suicidado, la Creación es la herida. Nosotros somos las gotas de sangre y el mundo la tumba donde la Nada se pudre.
Esto es digno de Shakespeare. Macbeth o el Rey Lear podrían hablar así. La humanidad es un gato tenaz. Mientras la guillotina corta cabezas, una pareja copula bajo el cadalso. Convendría tener presente de cuántas catástrofes somos descendientes. Me temo que las catástrofes no son cosa del pasado. Se nos ha olvidado ya que hace 70 años Europa era un campo de ruinas, no un campo de fútbol. Divertimentos, que diría Pascal.
Razumikin le dice a Raskolnikov:
ResponderEliminar¡Es absurdo decir que no! replicó vivamente Razumikin. ¿Tú qué sabes? No puedes responder de ti... También yo he abominado mil veces de la sociedad, y después de haberla abandonado, no he tenido más remedio que volver a ella... Uno llega a avergonzarse de su misantropía y busca otra vez a los hombres.
Es la tensión entre el alejamiento y el abrazo.
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