Los huesos encontrados pueden ser los suyos. No es seguro todavía. Hemos empleado la más moderna tecnología en este necrófilo empeño. Si se tratara de los huesos de nuestro escritor más universal Madrid podría convertirse en lugar de "peregrinación cultural" (dinero, dinero) a sus fémures, a mayor gloria de Dios y sus ministros. Somos unos paletos, analfabetos, imbéciles (pero gobernamos) y gritamos a los cuatro vientos la posibilidad de haber hallado las vértebras de nuestro escritor más universal. Mañana mediremos el diámetro del orificio en el cráneo de Mariano José de Larra. Y Beethoven era de Alcobendas.
Un sueño
Soñé que estaba en una isla volcánica del mar Tirreno (quizá Stromboli o cerca de Nápoles). Yo era 25 años más joven y estaba con el grupo de amigos (¿debería decir hermanos?) que se reunía en casas grandes y viejas para celebrar los misterios de una religión oriental. Recuerdo dos imágenes: un italiano siguiendo un protocolo de emergencia en caso de erupción. Se entrenaba con una venda en los ojos, tenía que clavar una pala en la arena negra de la isla a intervalos exactos. Otra imagen: una lancha que seguía un canal artificial escapando de las olas del maremoto. Pero lo más maravilloso, lo que me inunda de indecible nostalgia, es que ella estaba conmigo.
Despreciar la felicidad
Nur dem, der das Glück verachtet, wird Erkenntnis. Que podría traducirse como: "sólo al que es despreciado por la felicidad se le concede el conocimiento". Este aforismo de Georg Trakl -que no estaba muy dotado para ser feliz- recuerda aquello del poeta inglés: Sorrow is knowledge. Tristeza es conocimiento. El árbol del conocimiento no es el árbol de la vida.
HUCA Baudelaire
Empieza a atardecer. Entre las miles de ventanas que tiene el nuevo hospital de Asturias hay una que me llama la atención. Tras ella una paciente de unos 30 años pasea por su cuarto, de un lado a otro, como una pantera en su jaula. Me quedo largo rato observándola. Da una impresión de inquietud, soledad y desasosiego tremendos. Soledad en medio de la multitud. Es angustioso. A izquierda, derecha, arriba y abajo hay otras habitaciones, con gente anónima, desconocida. Ella está sola. Parece loca. Da algo de miedo.
En ese momento justo, Baudelaire pasa cerca de mí. Le hago un gesto. Viene dócil. Le señalo a la mujer y me dice sonriendo con tristeza:
Celui qui regarde du dehors à travers une fenêtre ouverte, ne voit
jamais autant de choses que celui qui regarde une fenêtre fermée. Il
n’est pas d’objet plus profond, plus mystérieux, plus fécond, plus
ténébreux, plus éblouissant qu’une fenêtre éclairée d’une chandelle. Ce
qu’on peut voir au soleil est toujours moins intéressant que ce qui se
passe derrière une vitre. Dans ce trou noir ou lumineux vit la vie, rêve
la vie, souffre la vie.
Quien mira desde afuera a través de una ventana abierta nunca ve tantas
cosas como el que mira una ventana cerrada. No hay objeto más profundo,
más misterioso, más fértil, más tenebroso, más deslumbrante, que una
ventana iluminada por una vela. Lo que se puede ver al sol es siempre
menos interesante que lo que ocurre detrás de un vidrio. En ese agujero
negro o luminoso vive la vida, sueña la vida, sufre la vida.
Thovenhauer
Werfen wir jetzt einen Blick auf die bloße Instrumentalmusik; so zeigt
uns eine Beethoven'sche Symphonie die größte Verwirrung, welcher doch
die vollkommenste Ordnung zum Grunde liegt, den heftigsten Kampf, der
sich im nächsten Augenblick zur schönsten Eintracht gestaltet: es ist
rerum concordia discors, ein treues und vollkommenes
Abbild des Wesens der Welt, welche dahin rollt, im unübersehbaren
Gewirre zahlloser Gestalten und durch stete Zerstörung sich selbst
erhält. Zugleich nun aber sprechen aus dieser Symphonie alle
menschlichen Leidenschaften und Affekte: die Freude, die Trauer, die
Liebe, der Haß, der Schrecken, die Hoffnung u. s. w. in zahllosen
Nüancen, jedoch alle gleichsam nur in
abstracto und ohne alle Besonderung: es ist ihre bloße
Form, ohne den Stoff, wie eine bloße Geisterwelt, ohne Materie.
Echemos un vistazo ahora a la música puramente instrumental. Una sinfonía de Beethoven nos muestra la mayor confusión, basada, sin embargo, en el más perfecto orden, la lucha más violenta, que al instante se transforma en la más bella concordia; es la rerum concordia discors, imagen fiel y perfecta de la esencia del mundo que rueda en la maraña infinita de formas incontables y se conserva mediante una incesante destrucción. Pero, al mismo tiempo, esta sinfonía expresa todas las pasiones y afectos humanos: la alegría, la tristeza, el amor, el odio, el espanto, la esperanza, etc, con sus incontables matices, pero sólo in abstracto y sin ninguna especificación, es simplemente su forma, sin el contenido, como en un mundo puramente espiritual, sin materia.
Schopenhauer, El mundo como voluntad y representación, III, 39
Heráclito somos yo
Si miras hacia abajo ves el camino descendente. Si miras hacia arriba ves el camino ascendente.
Real humans!
Many thanks for your email! I am just a robot, here to let you know that
we got your email! Real humans will read and respond to
your message shortly.
Robot, empleado de librería internet (2014-20...)
Schiller como ensayista
Dieser nämliche Mensch soll aber plötzlich in ein großes Unglück
gerathen. Man soll ihn seiner Güter berauben, man soll seinen guten
Namen zu Grund richten; Krankheiten sollen ihn auf ein schmerzhaftes
Lager werfen; Alle, die er liebt, soll der Tod ihm entreißen, Alle,
denen er vertraut, ihn in der Noth verlassen. In diesem Zustande suche
man ihn wieder auf und fordere von dem Unglücklichen die Ausübung der
nämlichen Tugenden, zu denen der Glückliche einst so bereit gewesen war.
Éste mismo hombre, sin embargo, puede caer de repente en una gran desgracia. Podrán arrebatarle sus bienes, podrán arruinar su buen nombre. Las enfermedades podrán arrojarlo a un lecho doloroso. La muerte podrá arrebatarle todo lo que ama, todo en lo que confía podrá abandonarle en su miseria. En esta situación vuelve a buscar y reclama de la infelicidad la práctica de las mismas virtudes para las que estuvo preparado mientras fue feliz.
Schiller, Sobre lo sublime (1793)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)