Le chagrin finit par tuer

Le bonheur est salutaire pour le corps, mais c’est le chagrin qui développe les forces de l’esprit. D’ailleurs, ne nous découvrît-il pas à chaque fois une loi, qu’il n’en serait pas moins indispensable pour nous remettre chaque fois dans la vérité, nous forcer à prendre les choses au sérieux, arrachant chaque fois les mauvaises herbes de l’habitude, du scepticisme, de la légèreté, de l’indifférence. Il est vrai que cette vérité, qui n’est pas compatible avec le bonheur, avec la santé, ne l’est pas toujours avec la vie. Le chagrin finit par tuer. À chaque nouvelle peine trop forte, nous sentons une veine de plus qui saille et développe sa sinuosité mortelle au long de notre tempe, sous nos yeux

La felicidad es saludable para el cuerpo, pero es el dolor el que desarrolla las fuerzas del espíritu. Por otra parte, aunque no nos descubriera cada vez una ley, no por eso sería menos indispensable para llevarnos cada vez a la verdad, para obligarnos a tomar las cosas en serio, arrancando cada vez las malas hierbas de la costumbre, del escepticismo, de la ligereza, de la indiferencia. Cierto que esta verdad, que no es compatible con la felicidad, con la salud, no lo es siempre con la vida. La pena acaba por matar. A cada pena más fuerte, sentimos una vena más que se abulta, que desarrolla su sinuosidad mortal a lo largo de nuestra sien, bajo nuestros ojos. 

 Marcel Proust, El tiempo recobrado 

2 comentarios:

  1. Un texto muy bueno Francisco, es la pura verdad. La última frase es tremenda y el título desgarrador, me he ayudado con el traductor: El duelo termina matando.
    Verás, dentro de esta burbuja llamada tierra intento que de los dolores más graves que he tenido en mi vida, me pueda reir de todos. Menos de uno.
    ¡Ay! y ¿qué pasa con esas personas que mueren de hambre?, que no tienen para nada.

    Somos maniáticos de la tristeza y hay que respirar, respirarse, respirarnos bajo nuestros labios,_respirant_

    Una mujer espléndida:


    http://youtu.be/Aa_tqPA3Ngk




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  2. Proust sabía lo que se decía. Brindo por Marcel, gran amigo mío.

    Un saludo

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