Ossa Leibnitii

Manuscrito de Leibniz donde aparece por primera vez el signo integral.

Si alguien se quejara de la falta de reconocimiento que piense en este genio alemán, un intelecto asombroso. A su entierro sólo fue una persona, aparte del cura. El filósofo del optimismo murió abandonado y olvidado de todo el mundo, excepto de Dios. 
Un puñado de huesos en una tumba anónima y unos garabatos en un papel. Buen tema para meditar en esta tarde lluviosa.

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