Cuánto ha llovido desde esos días felices. Qué negro túnel me esperaba a la vuelta de la esquina. Jamás volveré a ser tan confiado como entonces. Escribo esto con la tranquilidad de saber que nadie lo leerá. Aún sigo en pie.
Encantado de saludarte, Enrique. No sé cómo te pudiste enterar de mi comentario secreto (eso creía) de ayer. A propósito, enhorabuena por "Verbigracia" Lo he leído. Hay poemas fabulosos, de un maestro del idioma. Un abrazo.
Cuando me interesa mucho una entrada, le pido al monstruo Google que me avise del mínimo movimiento que se produzca en ella. Cuánto me he alegrado esta vez, por el lujo de mandarte el abrazo. Y por saber de tu lectura de "Verbigracia" y de esos poemas que te han hecho compañía. Qué bien. Muchísimas gracias.
Me felicito porque pronto podré comprarlo.
ResponderEliminarMi enhorabuena al padre de la criatura. Espero no tardar mucho en tenerlo entre mis manos. Un abrazo
ResponderEliminarClaro que me interesa. Estaré pendiente.
ResponderEliminarYo ya lo compré en Cervantes.
ResponderEliminarSi no os gusta os devuelvo el dinero. ¿Cuántos poetas han dicho eso a sus lectores, eh? ¿Cuántos?
ResponderEliminarPor supuesto, no se tome al pie de la letra el comentario anterior.
ResponderEliminarMe interesa, claro que me interesa.
ResponderEliminarEnhorabuena, y gracias.
Me vuelvo a felicitar.
ResponderEliminarLo he leido y me parece magnífico.
Cuánto ha llovido desde esos días felices. Qué negro túnel me esperaba a la vuelta de la esquina. Jamás volveré a ser tan confiado como entonces. Escribo esto con la tranquilidad de saber que nadie lo leerá. Aún sigo en pie.
ResponderEliminarQué alegría que sostengas tu altura. Un abrazo muy grande. Aquí tengo «El delito mayor», esperando una tarde larga.
ResponderEliminarEncantado de saludarte, Enrique. No sé cómo te pudiste enterar de mi comentario secreto (eso creía) de ayer. A propósito, enhorabuena por "Verbigracia" Lo he leído. Hay poemas fabulosos, de un maestro del idioma. Un abrazo.
ResponderEliminarCuando me interesa mucho una entrada, le pido al monstruo Google que me avise del mínimo movimiento que se produzca en ella. Cuánto me he alegrado esta vez, por el lujo de mandarte el abrazo. Y por saber de tu lectura de "Verbigracia" y de esos poemas que te han hecho compañía. Qué bien. Muchísimas gracias.
ResponderEliminar