Cambia la dirección de una empresa y los empleados deben adaptarse al sistema del fuerte. Pero no sólo cambia la herramienta tecnológica; también cambian las palabras. Ahora los empleados deben utilizar otra jerga; de repente usan palabras como "boleta" "estadillo" y aberraciones pseudoanglosajonas como "click & service" (clicanservis) que harían sangrar los oídos de un borracho de Birmingham. Son realmente notables la ignorancia, la pedantería y el esnobismo de los altos ejecutivos y el mundo de las finanzas. Pero tienen poder, así que hay que bailar al son que tocan. O eso se creen ellos. Se ha hecho de noche otra vez. Un niño que mañana será un ejecutivo defenestrado estaba hoy jugando con un guau guau.
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