En los días de vacaciones, ¿qué hacer con el tiempo? En las horas muertas, sin hacer nada, qué rápidas corren las sombras. Cada sol repetido es un cometa. Qué veloz pasa un día. Un día. Un siglo. De algún modo ya estás muerto. Todo seguirá igual, como antes de tu nacimiento. Nada es. En esa soledad acuden antiguas sombras de Oriente. Poemas de Li Po, los cuartetos de Omar Jayyam, el libro del Tao. Quiénes fueron. Qué importa. Hasta aquí llegaron sus escritos o sus enseñanzas, si más o menos fieles lo ignoramos. Recuerda, nos dicen, que vas a morir. La vida es corta. Vive tranquilo, sin ambiciones. Mira cómo se disuelve el humo. Bebe vino. ¿Para qué todo? ¿Qué somos? Existimos un momento y luego, nada. Estoy perplejo. Melancolía. Horas desiertas en lugares desiertos. Fugacidad de la vida. Vanidad de las cosas mortales. Valdés Leal. Quevedo. Lo barroco. Qohelet, Séneca y Gracián. Señores: la eternidad.
Otro amanecer que te sorprende dormido, en el campo, con la botella de vino vacía. Se acerca un ciervo para lamerte la mano. Eres la vergüenza de la gente. Eres el marginado, el loco, el borracho. No sirves, eres inútil. No eres productivo ni consumidor. Murmuran de tí cuando pasas. Eres huidizo. Ni los trabajos más ínfimos sabes hacer. No tienes familia. Grabas en las piedras una palabra: "Diógenes"
Los escritos de Diógenes seguro que los leyó Jesús de Nazaret pero su doctrina no caló en la curia marmolea
ResponderEliminarAsí es. Si calara otro gallo les cantara. Ser conforme con la ética del Evangelio es elegir una vida miserable, odiando al mundo y acabar de mala manera. No digo que esto sea malo, pero la Iglesia y sus ministros no lo hacen. Un saludo, Felipe que eres uno de los 3 o 4 lectores de este blog.
EliminarUna manera peculiar de verlo, desde luego. "Ser conforme con la ética del Evangelio", según su protagonista, es "amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a uno mismo" (Mt., 22, 34-40). Poco "odio al mundo" veo yo ahí.
EliminarY en el mismo evangelio de Mateo (5, 43-45), dice: "Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos". Digo lo mismo.
Y no me costaría nada multiplicar los ejemplos.
Y conste que no soy creyente.
También se dice que "los últimos serán los primeros", con lo que Jesús se muestra del lado de los perdedores. En los evangelios se ataca la riqueza, se ensalza la pobreza. Se dice "el que pierda su vida (por causa de Jesús) la ganará". Y las Bienaventuranzas son el mundo al revés. Quien siga por ese camino, creo yo, acabará mal. Pero esto no es pura negatividad ni autodestrucción, falta el otro aspecto: la fe y la esperanza de la vida eterna en otro mundo absolutamente distinto de éste.
EliminarPero sabemos qué atrocidades se han cometido a lo largo de la Historia en el nombre de Dios.
De las atrocidades que dices sólo me parecería posible responsabilizar a la idea de Dios, o al Jesús de los Evangelios, si uno u otro explícitamente aconsejaran el exterminio. Porque casi todo, incluso las mejores ideas, puede utilizarse como pretexto para el mal.
EliminarSan Juan de la Cruz, Dante, Bach, y tantos otros creadores; o bien gente como Óscar Romero (canonizado no hace mucho), Ignacio Ellacuría, Ernesto Cardenal, et sic de -interminable- caeteris, ¿no cuentan? La historia no son sólo las guerras, afortunadamente para todos.
Claro, el Jesús de los Evangelios no es responsable del derramamiento de sangre que se hizo después. Pero vinieron los concilios, los anatemas, las persecuciones, las guerras de religión...
EliminarAtrocidades en nombre de Dios o de los dioses: por ejemplo, los sacrificios humanos a los dioses aztecas.
Desde luego que la religión ha sido fuente de inspiración o motivo para artistas enormes. Aunque son excepciones: recorres los siglos y mencionas a tres lumbreras en toda Europa. Grandes genios, sin duda. El resto de los humanos a llevar llevar una vida sin aspiraciones artísticas y a caer en el olvido.
La aparición de un genio es algo excepcional, no solamente por la capacidad que tuvieran, sino porque las circunstancias no les impidieron llevar a cabo su obra (con todo el esfuerzo que les costara, desde luego). Pero se realizaron y eso es rarísimo. O están en ese panteón, si prefieres verlo así.
Quizá tú pones la atención en esos monstruos (Dante, Bach, Shakespeare) Yo me fijo en las multitudes: las que veo cada día, en mi vida cotidiana, en el infinitamente pequeño radio de mi experiencia, y pienso además en las multitudes desaparecidas. No me caben en la cabeza. Son miles de millones.
Me parece que la naturaleza hace un derroche inmenso de vidas humanas. Y creo que no sabemos nada y que somos muy frágiles. Pero la fe mueve montañas, dicen.
El poner de ejemplo los nombres que citaba se debe sólo a que son conocidos; el campesino Pedro Pérez, que en la Edad Media vivió en la aldea X, no lo es. Pero para muchos de esos millones de personas, la fe religiosa ha sido fuente, a lo largo de los siglos, de civilización, de alegría y de consuelo. Olvidar eso tampoco me parece ni justo ni sensato.
EliminarYo lo resumiría diciendo que la religión, como casi todo, puede usarse para el bien y para el mal. Y culparla de esto último, para mí, no tiene sentido; los culpables son quienes la instrumentalizan en esa dirección. Yo me limitaba a recordar que hay otras posibilidades, y a ejemplificarlas con algunos nombres conocidos.
Desde luego, la religión ha sido y es fuente de consuelo para muchos hombres, sobre todo si son de condición humilde.
EliminarEs una forma de soportar la injusticia del mundo en la espera de una retribución más allá de la muerte.
Pero también se ha usado, por parte de las iglesias unidas al poder temporal, como un medio de someter a esas mismas gentes "humilladas y ofendidas"
Una muy hermosa meditación
ResponderEliminarMuchas gracias por su amable comentario.
EliminarUn saludo.