Cualquier persona mínimamente cabal comprende la cuarentena y acepta con resignación las molestias que ocasiona no salir de casa para evitar la expansión de la epidemia. Pero no todos son así. Hay quien se burla de los que llevan mascarilla y los toma por cobardes. En circunstancias normales un necio es una molestia. Pero en un pandemia un necio es un peligro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario