*Las autopistas se han construido principalmente para alargar la distancia entre el trabajo y la casa. El esclavo sigue siendo esclavo.
*La miseria de nuestros antepasados pesa como una losa sobre cada instante de nuestra vida.
*Basta un segundo de despiste para destruirnos. Y ya no hay vuelta atrás. Pero toda una vida de esfuerzo orientado a un fin puede no llevar a nada.
*Ahora luce el sol. Que goce mientras pueda. Ahora se cree indestructible. La tormenta le aniquilará dentro de unas horas.
*El hombre en su camino hacia la Luz da un paso adelante y retrocede tres.
*Cualquier ser viviente, fuera antropomorfo o ameba, siente su existencia como dolor y soledad.
*El ladrido de un perro en la distancia. La queja universal de las criaturas.
*La materia prima de cualquier universo es el sufrimiento.
*El momento crítico de la vida- que no es un momento pues no llega súbitamente, sino tras una serie de golpes y desengaños- en que se acepta la derrota inexorable y uno se dice a sí mismo: "no hay nada que hacer"
*Vive en la obsesión de la muerte. No hay instante en que la conciencia de su fragilidad no le asombre. No cumple años, cumple días. Y a veces, cuando apreta la angustia, cumple horas.
*A mucha gente debe de parecerle imposible vivir en un estado permanente de profunda tristeza. "Triste a veces, de acuerdo. Pero, ¿siempre?" Les sorprenderá saber que se puede vivir así, sin sombra de alegría, no más que porque late el corazón.
*Aumenta la población: aumenta la competencia. La lucha entre iguales. Cuantos más individuos, más colisiones, más fricciones, más obstáculos, más exasperación.
*Los líderes políticos conducen el rebaño humano. La condiciones que se requieren para gobernar a las masas son la vulgaridad de espíritu, la falta de escrúpulos y la falta de imaginación.
*Fracasamos mientras vivimos. En eso consiste ser hombre. Ni siquiera nos queda la elegancia en la caída.
*"Voy a acabar teniendo la cara de éste" dice un joven mirando al enfermo que pasa a su lado humillado y no tiene fuerza para responderle.
*La derrota es un mal necesario. Quizá esto sirva un poco de consuelo.
*Un manual de autoayuda escrito con sangre, lágrimas y mierda.
*No ha existido hombre que no haya deseado alguna vez dormirse y no volver a despertar. Y si lo hay es un imbécil sin remedio.
*La muerte es la arrasadora de todas las enormes diferencias de los destinos humanos.
Este "imbécil sin remedio", que no ha deseado nunca dormirse y no volver a despertar, tiene en ello la compañía, por ejemplo, del "imbécil sin remedio" de Cervantes: "El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de de vivir".
ResponderEliminarNo, amigo mío, la vida no es sólo eso que dices. Es verdad que las rosas tienen espìnas, pero también lo es que existen. Y quien viera sólo las espinas, y pretendiera que eso y sólo eso son las rosas, y que es incomprensible, "imbécil sin remedio", que haya gente a la que las rosas puedan gustarle, sería él el equivocado, no los otros.
No podemos asegurar que Cervantes nunca deseara no volver a despertar. Por lo que sé tuvo una vida bastante dura.
EliminarCitas un pensamiento de Cervantes de cuando estaba en su lecho de muerte. Eso es una situación bastante particular.
Qué gran hombre, por lo demás. Fue animoso hasta el final. Líbreme el cielo de faltarle al respeto a don Miguel.
Cierto que no podemos asegurar eso. Pero también que en toda su obra (toda la que nos ha llegado, al menos) no hay nada que permita suponerlo, y sí unas cuantas declaraciones de amor a la vida. Suponer, podemos suponer lo que se nos antoje.
EliminarDice Cernuda, refiriéndose a Don Quijote: "No le aburre nada, ni le cansa la vida; en todo halla alimento para su magnifica curiosidad". Son palabras que no sólo creo certeras, sino aplicables también a su creador. A pesar de todo. Y a Goethe ("más luz"), y a la gran mayoría de los que fueron de veras grandes.
Es que, amigo Jose, estamos hablando de Cervantes y de Goethe. Casi nada. Pero yo pienso en el hombre común y corriente -que somos la inmensa mayoría- el que no escribirá un Quijote ni un Fausto. Estás hablando de personas de las que nacen una cada quinientos años. Y por cierto, en Heródoto ya se dice eso de que no hay hombre que no haya deseado alguna vez dormirse y no volver a despertar. En él pensaba cuando escribí esa frase.
EliminarYo tampoco escribiré, obviamente, ni un Quijote ni un Fausto. Pero prefiero tomar como guía, o al menos como referencia, a quienes sí lo hicieron, mejor que a los que no.
EliminarYo también los tomo, modestamente, como modelo.
EliminarTus notas gozan de un pesimismo saludable ahora bien la vida es un compost de caos y la realidad es qué hay que aceptar todo lo que se presenta como algo natural
ResponderEliminarDe acuerdo contigo hasta cierto punto: porque muchas cosas malas que se presentan podrían evitarse si los hombres no fuéramos tan retorcidos. En cuanto al destino, está claro que estamos desnudos e indefensos frente a él.
Eliminar