El extranjero

Si no me equivoco éste fue el libro que hizo célebre al joven Albert Camus. A los franceses de la metrópoli debió de resultarles muy chocante este relato que se desarrolla en Argelia, su colonia, y donde un francés (pied noir) relata en primera persona, monótonamente, la historia de su desgracia. Hace años que la leí y hace unos días volví a leerla. Es fresca, mantiene su potencia, me gustó mucho. Como es sabido forma parte de la trilogía que Camus preparó sobre el "absurdo". En un momento dado Meursault dice de sí mismo que no tiene imaginación, sin embargo no deja de asombrarnos la imaginación del joven Camus (debía de tener unos 27 años cuando la escribió). Su imaginación y su madurez. Entonces, cuando había pena de muerte, y el instrumento fatal era la guillotina: una guillotina que estaba a ras de suelo, no sobre un cadalso; una guillotina escondida en los muros de una cárcel. ¿Por qué mata Meursault al árabe en la playa? Es sincero cuando dice que no lo sabe: hacía mucho calor, fue el azar. Se encoge de hombros. Una serie de circunstancias fútiles llevan a un hombre a quitarle la vida a otro, y con eso el homicida se condena a muerte (o mejor dicho, "en nombre del pueblo francés" será ejecutado). Meursault es un hombre desarraigado, apático; narra su vida y su desgracia como si no fueran con él. Le daba igual casarse con María, la muerte de su madre no le hizo llorar.  Hasta que estalla al final del relato ante el capellán que viene a ofrecerle los "auxilios espirituales". A Meursault esto le parece ya el colmo, por una vez tiene un arranque de pasión (no la tenía cuando disparó los cuatro tiros) y protesta. Si no me equivoco la novelita se publicó en 1942, en plena guerra mundial. Un relato exótico para los europeos, pero que señala los rasgos esenciales del hombre moderno. Ya no podemos contar con Dios, la vida no tiene sentido. Da lo mismo. Bostezo. Monotonía de la naturaleza. Una vida mecánica, un proceso mecánico, una muerte mecánica. Ay, el absurdo y Camus. ¿Cómo no pensar en su trágica muerte? Qué triste y coherente final para un hombre que sintió como pocos la estupidez y la grandeza de nuestra "condición humana" (que diría Malraux). Visité su tumba en Lourmarin, un precioso pueblo de Provenza donde se había instalado. En la piedra su nombre era casi ilegible. No había nadie. El cielo estaba despejado aquella tarde.
    ¿Qué lector de nuestro tiempo no se siente reflejado en ese pobre hombre que espera en una cárcel argelina, bajo un sol cegador, la llegada del verdugo?

4 comentarios:

  1. Suele decirse que la Filosofía occidental es una nota a pie de página de las obras de Platón. Uno, modestamente, diría que la novela contemporánea occidental (toda ella salvo, tal vez, la humorística) es una cansina nota a pie de página sobre "El extranjero" (perdón por citar entre comillas; ignoro cómo poner cursivas aquí). Se me antoja que esto es todavía más cierto en las novelas norteamericanas de nuestro tiempo escritas por tanto gurú idolatrado (¿a excepción de Faulkner?). Todo lo que he leído hasta ahora me suena como unas variaciones sobre el tema de la obra de Camus. En conclusión, del mismo modo que leyendo a Platón, se ahorraría uno mucha logorrea evacuada a lo largo de milenios, leer a Camus es llegar al núcleo de nuestra mentalidad contemporánea occidental sin tener que embaularse cientos de miles de páginas reiterativas. Y enhorabuena por este blog que tantos motivos para reflexionar da a sus lectores.

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    1. Amigo Emilio, si este blog sirve para hacer reflexionar me alegro mucho. Y esto lo valoro mucho más viniendo de un helenista. En este blog hay una traducción suya de Polibio.

      Un saludo







      Muchas gracias!

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  2. Que a usted le guste Camus (a mí también) no justifica que quiera hacer descender TODA la novelistica posterior, digamos, a la Segunda Guerra Mundial de "El extranjero". No tengo ahora mismo libros a mano, pero ni las "Memorias de Adriano", por citar una novela francesa, ni "El gatopardo", por citar una itaiana, ni "El doctor Zhivago", por citar una rusa, tienen demasiado que ver con él. Y podría fácilmente multiplicar los ejemplos.

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    1. Sí, podrían también aducirse otras obras, como "En busca del tiempo perdido" o "Viaje al fin de la noche", sin salir de Francia; todas ellas, claro está, anteriores a "El extranjero", con lo que difícilmente podrían ser notas al pie de esta novela, y de las que también podría decirse lo mismo.

      Un saludo
      Ander,

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