Siempre tuvo esta palabra "diversión" un atractivo significado. Divertirse es desviarse, salir por un momento del camino del trabajo, la responsabilidad, los negocios y las cosas serias de la vida. La vida es un asunto serio, finalmente. Hoy nos equivocamos en esta insistencia en la diversión, como si nos tomáramos en broma nuestra navegación terrenal. La vida es trágica y este mundo un valle de lágrimas. Felices aquellos que no lo saben todavía: los niños, los jóvenes, los inexpertos. Afirmar esto no significa negarse a la broma y el juego; el juego es lo más serio del hombre. Huizinga escribió un libro célebre sobre este asunto "Homo ludens" y Schiller, si no me equivoco, insistió en este aspecto importante del juego en sus "Cartas para la educación estética del hombre". Pascal dijo que no había que imaginarse a Platón y Aristóteles como hombres siempre graves, solemnes y serios, vestidos con ropas de pedantes y que cuando se habían "divertido" haciendo sus leyes y políticas lo habían hecho jugando. Que esta era la parte menos filosófica y seria de sus vidas, la más filósofica fue vivir simple y tranquilamente. Si escribieron de política, agregaba, fue como para ordenar un hospital de locos (hôpital de fous). Divertirse es conveniente, pero vivir siempre divirtiéndose (que es a lo que se nos incita constantemente) es un error. ¿Por qué? ¿Será porque somos mortales? ¿Será porque estamos solos al final? "Vive para tí solo, si pudieres/ pues sólo para tí si mueres, mueres" dijo el estoico Quevedo. Bien lo dijo también Antonio Machado: "un golpe de ataúd en tierra es algo/ perfectamente serio"
Usted mismo lo dice: divertirse es desviarse. Cabe desviarse como, precisamente, diversión; pero vivir SIEMPRE desviado, aplazar siempre el tomar el camino o la decisión apropiadas, dejar siempre el vivir de veras para otro día (que naturalmente no llegará nunca), es absurdo.
ResponderEliminarSi divertirse es desviarse, solo se podrían divertir los que no van a ninguna parte, que somos la mayoría, probablemente, los otros tienen un compromiso con su destino y todo eso. Y sin embargo, como decía Serrat, ¿por qué la gente se aburre tanto?
ResponderEliminarDesviarse y de tanto errar no encontrar de vuelta el camino recto.
ResponderEliminarUn saludo
Diviertete cerca del precipicio sin dejar de verlo
ResponderEliminarMe apunto este aforismo tuyo, Felipe. Con esa frase lo dices todo.
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