Anochece

Se encienden las farolas. La calle resuena con el ruido de los cubos de basura vacíos que deja el camión. Hacen un ruido hueco, de cubos vacíos. Los basureros reflectantes los golpean contra el suelo para separarlos, los tratan con dureza. Dentro de unas horas estarán llenos de bolsas de plástico llenas de desperdicios y algún tesoro sin brillo. De madrugada los recogerán, pesados, sin sonar a hueco. Ahora un niño, del otro lado de la calle, contagiado de ruido, da patadas a uno de los cubos huecos.

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