En la película sobre este pintor inglés (muy refunfuñón, pero de exquisita amabilidad) hay un escena, entre tantas, conmovedora. El viejo pintor, que apenas se sostiene en pie, vive en Chelsea, a orillas del Támesis. Se entera por su compañera que una joven ha muerto ahogada y que su cuerpo yace frente a la casa. Descalzo, en bata, enfermo y débil sale de su cama con su cuaderno para dibujarla. Los artistas son así. Siempre están trabajando.
Otra vez
Der Mensch ist diese Nacht, dies leere Nichts, das alles in ihrer
Einfachheit enthält, ein Reichtum unendlich vieler Vorstellungen,
Bilder, deren keines ihm gerade einfällt oder die nicht gegenwärtige
sind. Dies [ist] die Nacht, das Innre der Natur, das hier existiert –
reines Selbst. In phantasmagorischen Vorstellungen ist es ringsum Nacht;
hier schießt dann ein blutig[er] Kopf, dort ein[e] andere weiße Gestalt
hervor und verschwinden ebenso. Diese Nacht erblickt man, wenn man dem
Menschen ins Auge blickt – in eine Nacht hinein, die furchtbar wird; es
hängt die Nacht der Welt hier einem entgegen.
El hombre es esa noche, esa nada vacía, esa noche que lo envuelve todo
en su simplicidad, una infinita variedad de representaciones, de
imágenes, ninguna de las cuales es en ese momento pensada ni está
presente. Lo que existe aquí es la noche, la naturaleza en su
interioridad, el yo en su pureza. En torno a esas representaciones
fantasmagóricas se cierne la noche: aquí aparece bruscamente una cabeza
ensangrentada, ahí una forma blanca, para desaparecer de inmediato. Esa
noche es la que descubrimos cuando miramos a los ojos al hombre, una
noche que se torna cada vez más espantosa: cae ante nosotros la noche
del mundo.
Proverbio alemán
Recapitulación
Los textos anteriores se escribieron a finales del siglo XVIII: Hume, Sade y Kant fueron coetáneos. Kant es un maestro de la filosofía, esa materia que a nadie interesa hoy. Sade no es una caricatura, es nuestro prójimo y Hume es un escéptico y ateo escocés que tenía cara de concejal que comiera tortuga. Locke se llamó el "Siglo de las Luces" empieza a ser el "Siglo de las Tinieblas". Estalló la Revolución Francesa: no hubo época más convulsa, ni tiempos más turbulentos. Todo se puso patas arriba. Grandes esperanzas. El Terror. Voltaire se cabreó con Dios por el terremoto de Lisboa. Luego vino Schopenhauer, otro alegre pensador. Finalmente 1914, fecha fatídica. El horror. Kafka y sus alegres historias. Hegel, Marx, Lenin. Los totalitarismos, el año 1937 en Moscú. Masas que aúllan. Freud: "el malestar en la cultura". La Gran Depresión. Auschwitz. El Gulag. La masacre de civiles en la segunda guerra mundial. Veinte millones de asesinados. Hiroshima. Dresde. Años cincuenta: el teatro del absurdo. París, capital del absurdo. La sociedad libre de Orwell. El dolor de barriga. El recibo de la luz.
Escrito hacia 1782
-Le prêtre : Vous ne croyez donc point en Dieu ?
-Le moribond : Non. Et cela pour une raison bien
simple, c’est qu’il est parfaitement impossible de croire ce qu’on ne
comprend pas. Entre la compréhension et la foi, il doit exister des
rapports immédiats; la compréhension n’agit point, la foi est morte, et
ceux qui, dans tel cas prétendraient en avoir, en imposent. Je te défie
toi-même de croire au dieu que tu me prêches – parce que tu ne saurais
me le démontrer, parce qu’il n’est pas en toi de me le définir, que par
conséquent tu ne le comprends pas – que dès que tu ne le comprends pas,
tu ne peux plus m’en fournir aucun argument raisonnable et qu’en un mot
tout ce qui est au-dessus des bornes de l’esprit humain, est ou chimère
ou inutilité ; que ton dieu ne pouvant être l’une ou l’autre de ces
choses, dans le premier cas je serais un fou d’y croire, un imbécile
dans le second.
-El sacerdote: ¿Así que no crees en Dios?
-El moribundo: No. Y por una razón muy simple, porque es perfectamente imposible creer lo que no se comprende. Entre la comprensión y la fe deben existir conexiones inmediatas: si la comprensión no actúa, la fe está muerta, y esos que, en tal caso, pretendieran tener fe estarían imponiéndola. Te desafío a que creas en el dios que me predicas -porque no sabrías demostrármelo, porque no puedes definirlo, y por tanto no lo comprendes- y desde el momento en que no lo comprendes, no puedes proporcionarme ningún argumento razonable, pues, en una palabra, todo lo que está por encima de los límites del espíritu humano es quimera o inutilidad. Si tu dios no puede ser más que una de estas dos cosas, en el primer caso sería un loco si creyera en él, en el segundo sería un imbécil.
Sade, Diálogo entre un sacerdote y un moribundo
Escrito hacia 1776
Were a stranger to drop on a sudden into this world, I would show him,
as a specimen of its ills, a hospital full of diseases, a prison crowded
with malefactors and debtors, a field of battle strewed with carcasses,
a fleet foundering in the ocean, a nation languishing under tyranny,
famine, or pestilence. To turn the gay side of life to him, and give him
a notion of its pleasures; whither should I conduct him? to a ball, to
an opera, to court? He might justly think, that I was only showing him a
diversity of distress and sorrow.
Si un extraterrestre cayera de repente en este mundo, yo le mostraría, como ejemplo de sus males, un hospital repleto de enfermedades, una prisión rebosante de malhechores y deudores, un campo de batalla cubierto de cadáveres, una flota hundiéndose en el océano, una nación que agoniza por la tiranía, el hambre o la peste. Para mostrarle el lado alegre de la vida y darle una noción de sus placeres, ¿adónde lo conduciría? ¿A un baile, a la ópera, a la corte? Podría pensar con razón que sólo le estaba mostrando una variedad de la miseria y el dolor.
David Hume, Diálogos sobre la religión natural
¿Tiene valor la vida humana?
Betrug, Gewalttätigkeit und Neid werden immer um ihn im Schwange gehen,
ob er gleich selbst redlich, friedfertig und wohlwollend ist; und die
Rechtschaffenen, die er außer sich noch antrifft, werden, unangesehen
aller ihrer Würdigkeit glücklich zu sein, dennoch durch die Natur, die
darauf nicht achtet, allen Übeln des Mangels, der Krankheiten und des
unzeitigen Todes, gleich den übrigen Tieren der Erde, unterworfen sein
und es auch immer bleiben, bis ein weites Grab sie insgesamt (redlich
oder unredlich, das gilt hier gleichviel) verschlingt, und sie, die da
glauben konnten, Endzweck der Schöpfung zu sein, in den Schlund des
zwecklosen Chaos der Materie zurückwirft, aus dem sie gezogen waren.
El engaño, la violencia y la envidia andarán siempre a su alrededor, aunque él mismo sea recto, pacífico y benévolo. Y los otros hombres justos que él encuentra además fuera de sí mismo estarán, sin embargo, sin que se considere cuán dignos son de ser felices, sometidos por la naturaleza, que no se preocupa de eso, a todos los males de la miseria, de las enfermedades, de una muerte prematura, exactamente como los demás animales de la tierra, y lo seguirán estando hasta que la tierra profunda los albergue a todos (rectos o no, que eso, aquí, es igual) y los vuelva a sumir, a ellos, que podían creer ser el fin final de la creación, en el abismo del caos informe de la materia de donde fueron sacados.
Kant, Crítica del Juicio, 87
Traducción, Manuel García Morente
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