Thomas Mann y su mujer tuvieron 4 o 5 hijos, no estoy seguro y no me apetece conseguir informacion. Aparte de ser hijos de Thomas Mann todos tuvieron en comun vivir traumatizados por la sombra de su padre. Los genios no son buenos vecinos, ni buenos maridos, ni buenos padres. Cuando se hicieron mozos y se dieron cuenta de que su padre era un gran escritor los hijos comenzaron a acojonarse y empezaron a odiarlo y a admirarlo a partes desiguales. Klaus y Erika Mann llamaban a su padre "el mago". Es una carga muy pesada ser hijo de un hombre celebre. Thomas Mann se entero del suicidio de su hijo Klaus cuando estaba en Lund, Suecia, pocas horas antes de dar una conferencia con todos los honores. Los organizadores del acto al comunicarle la terrible noticia le dijeron amablemente que comprendian que quisiera cancelar el acto. Lejos de eso Thomas Mann no suspendio el homenaje, subio al estrado, recibio los aplausos del publico y saludo sonriente a la concurrencia que lo vitoreaba. Thomas Mann era un gran escritor. Caso similar de descuido familiar fue Einstein, tuvo dos hijos de los que apenas se ocupo. Crecer a la sombra de un gran hombre es algo muy peligroso. Y con esto temina esta fabula de Saturno que abandona o devora a sus propios hijos. ¿Te gustaria ser hijo de un genio?
Ser hijo de un genio es difícil, sin duda, pero no imposible. Y no todos los grandes creadores, o científicos, fueron así; los hay que tuvieron vidas familiares de lo más normalito.
ResponderEliminarPor ejemplo la vida familiar de Max Planck fue muy sosegada. Hoy es el aniversanario de su venida al world.
ResponderEliminarPues eso: que dentro de los genios hay el buen genio, el mal genio y el ¡menudo genio! No todo es lo mismo, oiga.
ResponderEliminarBueno, el genio también tiene su buen genio. Todo es posible mi querido anónimo.
ResponderEliminarEso digo, amiga Lourdes, que de todo hay.
ResponderEliminarLos genios no son buenas personas. Eso es una regla que tendra alguna excepcion, pero es asi.
ResponderEliminarDisiento. Habría que aclarar en primer término qué entendemos por "genio". No parece que Antonio Machado fuera tan malo. Y lo que sabemos, lo poco que sabemos, de Virgilio (de Homero ya ni hablo), de Dante, de Cervantes, de Shakespeare, no parece que los presente como particularmente malvados. ¿San Juan de la Cruz? ¿Garcilaso? ¿Bécquer? ¿Leopardi? ¿Keats? ¿Whitman? ¿Emily Dickinson? No es condición del genio la maldad. Tampoco la bondad. Son cosas distintas, simplemente.
ResponderEliminarPuede ser. Mi afirmacion es categorica. Un genio se distingue por tener un intelecto superior. Quien tiene ese raro don no puede dejar de observar la crueldad inherente a la vida. Si no se les rompe el corazon -y a algunos se les rompio- es porque se han endurecido, como fue el caso de Thomas Mann. Los genios no son buenos padres de familia. Casi todos los ejemplos que das corresponden a solteros. Imaginate a Beethoven casado y con hijos: "no molestes a papa que esta terminando la novena sinfonia". Con "buena persona" me refiero a un hombre sin ego, al que no le importa la fama y que atiende antes a los demas que a si mismo.
ResponderEliminarDe pequeña creía que los genios tenían que morir todos jovenes, no imaginaba un genio con 90 años, por ejemplo. Cosas que mi abuela me corregía diciéndome ¡esta niña siempre imaginando tonterías!.
ResponderEliminarBueno quizás se me crucifique por esto que voy a decir, pero para mi Antonio Machado no fue un genio, sino un escritor excelente. Un genio para mi es un ser inalcanzable dentro de sí mismo. Se puede escribir, componer música, pintar, cantar... de una manera maravillosa, pero el genio va más allá de una realidad inexplicable. Será que a cada uno le llegan las cosas de manera diferente.
¿Se freiría Beethoven huevos fritos para comer?...
Lo que dices no es una tontería, sino algo muy atendible. Se abusa, efectivamente, de la palabra "genio". Yo no daría ese título con convicción, dentro de la poesía del siglo XX, más que a Kavafis, (acaso) Rilke, Pessoa, y probablemente Borges. Entre los poetas españoles, acaso mis candidatos (y con no pocas dudas) fueran Cernuda y Lorca. Machado es un gran poeta, pero seguramente no un genio, en el más exigente sentido del término. Y me inclinaría a decir lo mismo de Juan Ramón Jiménez. O de algunos más que, no obstante, me gustan de veras, como el otro Machado o Jaime Gil de Biedma. Incluso a Darío, gran poeta sin duda, le regatearía la palabreja. Así que ya ves que no eres tú sola.
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