Dilema del turismo

Las regiones más pobres de Europa conservaron hasta ahora ese sabor antiguo, primitivo que entusiasma al turismo. El atraso es bueno para el turismo. Regiones como Asturias o Extremadura en España; el sur de Italia, o países como Albania comienzan a estar en el foco del muy goloso negocio del turismo. Fueron regiones muy pobres y atrasadas: ahora les caerá encima la avalancha de turistas que buscan lugares "idílicos" y "auténticos" hasta que se cansen y cambien estos por otros destinos. Cuando terminen de ensuciarlos y los estropeen hasta dejarlos irreconocibles los abandonarán. Al final esas regiones desérticas serán doblemente desahuciadas: la primera vez fue por sus gobiernos centrales y la segunda por el turismo de masas.