Leí hace unos días Fortunata y Jacinta, la novela de Galdós. Ya quedará para siempre en mi recuerdo la historia de esas dos mujeres. Fortunata, o más bien Infortunata, es uno de los caracteres más impresionantes de la literatura. Es una novela vasta, Galdós, como aquellos novelistas monstruosos Balzac, Tolstoi, Dickens, juega a ser dios. Lo asombroso es que consigue dar coherencia, entidad, vida a cada uno de sus personajes. Un personaje no es más que una serie de palabras, pero a Fortunata la vemos caminar por las calles de Madrid. Si vuelvo a esa ciudad y paso por la Plaza Mayor no podré olvidar que allí vivía Fortunata. Madrid para mí ya no será la misma ciudad después de haber leído esta historia admirable.
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