Veo un busto de Tucídides y caigo en la cuenta de que toda la representación que tiene el hombre moderno de los personajes de la Antigüedad se basa en puras conjeturas. ¿Quién sabe cómo eran los rasgos de Platón o de Aristóteles? Nos ha llegado el resto en mármol de una ilusión.
Eso no es exacto. Cuando se trataba de personajes extremadamente conocidos, en particular (pero no sólo) emperadores o altos cargos políticos, se les hacían estatuas ya en vida, que no hubieran sido aceptadas sin un parecido suficiente. El caso más conocido, probablemente, Julio César.
ResponderEliminarDe políticos romanos, es posible que hubiera mucha fidelidad. Pero dudo que los retratos de filósofos griegos no estuvieran idealizados. Aunque Sócrates de nariz respingona aparece así en su retrato.
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