Para que no muera este blog (que tengo muy descuidado) dejo aquí escrito que hace unos días terminé de leer El tambor de hojalata, de Günter Grass. A pesar de los desastres del mundo (lo de Afganistán clama al cielo) o tal vez por eso, me aferro a la lectura. Novela publicada en 1959 sobre la Alemania de los años de la Segunda Guerra Mundial. El libro goza de una merecidísima fama. Me parecía imposible escribir un libro que pudiera estar a la altura de aquellos años terribles en Europa, sin embargo el genio de Günter Grass consigue presentar una historia memorable. Oskar Matzerath es un personaje inmortal. Es un libro que recomiendo vivamente leer. La traducción de Miguel Sáenz me parece admirable.
Lo de "inmortal" lo encuentro algo exagerado. Como Borges, cuando un admirador entusiasta le dijo justamente eso: "Maestro, usted es inmortal", a lo que él respondió: "Hombre, no sea usted tan pesimista".
ResponderEliminarA Borges, por lo tanto, le parecía un mal vivir para siempre. Y es cierto que lo dejó escrito en sus versos. Deseaba "morir del todo". Era lo que diríamos muy "pesimista".
EliminarEl personaje de Grass es ficticio, llamarle inmortal es una manera de distinguirlo, en el sentido que decimos que Don Quijote o Hamlet son inmortales.