Nacer polaco a principios del siglo XX era tener todas las cartas para morir joven y de mala manera, violentamente. Czeslaw Milosz escapó de muchos peligros -ciudades en llamas entre ellos- y escribió en su lengua materna, el polaco, algunos de los mejores poemas del siglo XX. De su libro "Mi Europa", traducido por Xavier Farré (alguien que traduce del polaco merece una mención y nuestro agradecimiento) quiero destacar dos frases: "No hay que estar nunca demasiado seguro cuando se sale a pasear si uno va a volver a casa, no tan sólo porque nos puede ocurrir algo sino también porque la casa puede dejar de existir" Experiencias de un país en guerra. En un país en paz tampoco puede estarse nunca demasiado seguro de volver a casa cuando se sale a pasear aunque la casa nos espere intacta. La segunda frase es la que cierra el libro, hermosísimo final: "cuando la ambición nos aconseja elevarnos sobre las sencillas normas morales custodiadas por los pobres de espíritu, en lugar de elegirlas como nuestra aguja de la brújula entre las variabilidades, destruye lo único que puede redimir nuestras locuras y errores: el amor"
Leer a Milosz es un placer obligado. El camino entre escombros que es la efímera existencia resulta mas cómoda descubriendo a este escritor.
ResponderEliminar"El camino entre escombros que es la efímera existencia" dices. Eres un poeta, Felipe.
EliminarY Milosz es un grande.
Milosz... tomo nota para leerlo en cuanto pueda...
ResponderEliminar