Me hace recordar esta entrada a lo que el poeta brasileño Mário Quintana cuenta de sí mismo. Había enviado a un periódico en el que colaboraba un artículo titulado "Elogio de la pereza" (es tema repetido en él), que consistía en el título seguido de un par de folios en blanco. No se lo publicaron. Él lo cuenta, y termina: "Creo que debe ser el único caso, en toda la historia de la literatura universal, en que se ha censurado un artículo que no decía absolutamente nada".
Muy inteligente Mário Quintana. Yo tengo la sensación de que mejor me callaba. Pero soy contumaz y relapso y me quemarán en la hoguera por bocazas con una mordaza en la boca. Lo que sobra en nuestro mundo, a mi modesto entender, es ruido y opinadores. Silencio, pues.
Me hace recordar esta entrada a lo que el poeta brasileño Mário Quintana cuenta de sí mismo. Había enviado a un periódico en el que colaboraba un artículo titulado "Elogio de la pereza" (es tema repetido en él), que consistía en el título seguido de un par de folios en blanco. No se lo publicaron. Él lo cuenta, y termina: "Creo que debe ser el único caso, en toda la historia de la literatura universal, en que se ha censurado un artículo que no decía absolutamente nada".
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