Ilusión de indestructibilidad


Piadosa ceguera que nos permite vivir sin tener en cuenta lo frágiles que somos. Nuestros huesos son duros al tacto, firmes armazones del esqueleto. Pero una fractura nos deja varados como barcos en el mar de Aral (que se está secando a marchas forzadas).

Sabemos lo preciosa que es la salud hasta que la perdemos. ¿Hay algo más sencillo que respirar? Sin embargo puede llegar a ser un esfuerzo agónico.

Vivimos en la ladera de un volcán activo, somos como ovejas que pacen ante los ojos verdes de los lobos, caminamos confiados por un campo de minas.

Si supiéramos de antemano todas las tempestades que hemos de atravesar quizá no lo soportaríamos. Piadosa ceguera que nos permite vivir sin que nos paralice el terror ante los golpes del Destino.

Todos los días oímos noticias de personas que han sido abatidas: un accidente, una enfermedad, la ruina económica. Y finalmente, el golpe más duro de todos: la muerte.

Pero eso siempre le ocurre a los demás...

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