Sería de interés considerar esta relación: cuanto más inhóspita es la ciudad más mascotas se cuidan. Ya que la calle es casi una selva dediquemos nuestro afecto a un animal que nos adore. La relación entre hombre y perro es fascinante. El animal no nos juzga, tampoco nos denunciará si lo maltratamos. Realmente es confortador (y todos necesitamos que nos tengan en cuenta) que un ser vivo al que sólo le falta hablar nos acepte tal como somos: de esa forma soñamos el amor ideal. ¿Cómo es que no se ha escrito una historia universal desde el punto de vista de los perros o los caballos? Lástima que no tengamos manera de conocernos a través de otras criaturas. ¿Qué dirían de nosotros?
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