Viendo las heroicidades atómicas del régimen vesánico (loco) de Corea del Norte y su divino payaso líder, que esperemos se queden en pólvora mojada, viene al pelo recordar el final de la novela "La conciencia de Zeno" de Italo Svevo. Dice el escritor de Trieste:
Tal vez gracias a una catástrofe inaudita, producida por los instrumentos, volvamos a la salud. Cuando no basten los gases venenosos, un hombre hecho como los demás, en el secreto de una habitación de este mundo, inventará un explosivo inigualable, en comparación con el cual los explosivos existentes en la actualidad serán considerados juguetes inofensivos. Y otro hombre hecho también como todos los demás, pero un poco más enfermo que ellos, robará dicho explosivo y se situará en el centro de la tierra para colocarlo en el punto en que su efecto pueda ser máximo. Habrá una explosión enorme que nadie oirá y la tierra, tras recuperar la forma de nebulosa, errará en los cielos libre de parásitos y enfermedades.
Que nadie se alarme: Trump nos defenderá.
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