Heine y el mes de mayo

Mein Herz, mein Herz ist traurig,
Doch lustig leuchtet der Mai;
Ich stehe, gelehnt an der Linde,
Hoch auf der alten Bastei.

Da drunten fließt der blaue
Stadtgraben in stiller Ruh';
Ein Knabe fährt im Kahne,
Und angelt und pfeift dazu.

Jenseits erheben sich freundlich,
In winziger, bunter Gestalt,
Lusthäuser, und Gärten, und Menschen,
Und Ochsen, und Wiesen, und Wald.

Die Mägde bleichen Wäsche,
Und springen im Gras 'herum;
Das Mühlrad stäubt Diamanten,
Ich höre sein fernes Gesumm'.

Am alten grauen Turme
Ein Schilderhäuschen steht;
Ein rotgeröckter Bursche
Dort auf und nieder geht.

Er spielt mit seiner Flinte,
Die funkelt im Sonnenrot,
Er präsentiert und schultert -
Ich wollt', er schösse mich tot.



Mi corazón, mi corazón está triste,
pero mayo brilla alegre;
yo estoy de pie, apoyado en el tilo,
en lo alto de los viejos bastiones.

Allá abajo fluye el azul
de los fosos en callada calma;
un muchacho va en canoa,
y pesca y silba además.

Más allá se yerguen amables
en diminuta, abigarrada figura,
villas, jardines y personas,
y bueyes y prados y bosques.

Las muchachas blanquean ropa,
y saltan en corro por la hierba:
la rueda del molino pulveriza diamantes,
oigo su lejano zumbido.

Al pie de la vieja torre gris
hay una garita;
un mozo de guerrera roja
marcha allí de arriba para abajo.

Juega con su mosquetón
que destella al rojo del sol,
presenta armas y pone arma al hombro:
ojalá me matara de un tiro. 

Traducción Alfredo Brotons Muñoz

1 comentario:

  1. Pongo aquí la traducción de Gabriel Ferrater, incluida en el texto dedicado a Heine de su "Escritores en tres lenguas":

    Mi corazón, mi corazón está doliente,
    pero Mayo brilla alegre;
    me quedo recostado en el tilo,
    arriba, en el alto bastión.

    Por abajo fluye el azul foso
    de la ciudad, en serena calma;
    un muchacho va en una barquilla,
    y pesca, y además silba.

    Más allá se emplazan amigables,
    en diminuta, polícroma imagen,
    quintas y jardines y personas,
    y bueyes y prados y bosque.

    Las muchachas hacen la colada
    y retozan por la hierba;
    la rueda del molino aventa diamantes,
    oigo su lejano susurro.

    En la vieja torre gris
    hay una garita de centinela;
    un mozo de casaca colorada
    pasea arriba y abajo.

    Juega con su carabina
    que centellea al rojo del sol,
    y presenta su arma y apunta:
    ojalá me matara de un tiro.

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