Una diferencia entre la música clásica y la moderna está en que los compositores de música clásica eran pobres (algunos vivieron con muchos apuros económicos o murieron en la miseria: Bach, Mozart, Beethoven) pero sus oyentes eran riquísimos (príncipes, cardenales, etc.) Los músicos modernos (las celebridades) son multimillonarios (Bono, Madonna, Mick Jagger, Shakira, etc) y sus oyentes (las masas) no tienen donde caerse muertos. Lo curioso es que las estrellas del pop y el rock (con sus fortunas en paraísos fiscales) son figuras que encarnan la rebeldía, la provocación y el inconformismo mientras que los compositores clásicos se relacionan con la suntuosidad de los palacios y las salas de concierto.
La diferencia es tanta como la que existe entre la verdad y la mentira.
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