-Qué necesidad de cariño, qué frágil, qué iluso y cómo lo maltrata el universo. Del cielo tendrían que caer albóndigas, porque este animal tiene estómago y necesita alimentarse. Si está más de doce horas sin comer desfallece.
-Que se rebele. Vaya condiciones.
-Sí, pero cómo y contra qué. Además pronto la muerte lo destruirá.
-¡Qué dice usted! ¿Y cuándo va a ocurrir ese suceso que les aterroriza?
-Hoy mismo. Antes del mediodía.
-Pero si está tan feliz, si es como nosotros. ¿No hay nada que hacer? ¿No se puede impedir de alguna manera?
-Imposible.
-¿Y no volverán a marearle todos los días sus seres queridos preguntándole qué tal está?
-No. Sus seres queridos se tendrán que aguantar.
-¿Y no volverán a marearle todos los días sus seres queridos preguntándole qué tal está?
-No. Sus seres queridos se tendrán que aguantar.
-Entonces, esta vida es...
-Para el que piensa, sí. Lo que importa es trabajar, que eso distrae mucho y así se llega a viejo sin darse uno cuenta.
-¿Es mejor morir joven o llegar a viejo?
-Cuanto antes mejor, supongo.
-Pero qué clase de borrachera es ésta. ¿Vamos a ver una película?
-Vaya no podrá ser, ahora me estoy muriendo. Observe, mire cómo dejo de oírle, de verle y de sonreírle. (Muere).
-Entonces yo también. (Muere).
-Entonces yo también. (Muere).
Mortal de necesidad, oiga.
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