Alicia en el país de las Maravillas

Larga deuda tenía con este cuento de Lewis Carroll que, si no me engaño, no había leído nunca. Conocía, como todo el mundo (es lo que tienen los clásicos) episodios de la historia: la Reina histérica que grita por alguno de sus súbditos "¡que le corten la cabeza!" la tea-party con la Liebre de Marzo y el Sombrerero loco, el Conejo Blanco, etc. Alicia en el país de las maravillas se publicó en 1865. Época victoriana. En 1859 se publicó El origen de las especies. Quizá para que surja una historia tan fantástica sea necesario el contrapeso de una fuerte represión de los instintos, como sucedía en esos años en la pacata y cada vez más opulenta Inglaterra que estaba empezando a dominar el mundo. La impresión que causa la lectura de este cuento es enorme. Es una maravilla continua, no cansa nunca. Es, de principio a fin, una obra tocada por el genio. Hay un rigor lógico en las argumentaciones que choca muchísimo con lo fantástico de la historia. Esto produce un efecto muy eficaz de maravilla, porque puede haber lógica incluso cuando discuten un grifo (el animal mitológico) con una falsa tortuga (además de parlante la tortuga es falsa) o cuando un naipe que es la Reina de corazones imparte rigurosa justicia. Choca lo irritables y ásperos que son casi todos los personajes, Alicia también tiene frecuentes momentos de enfado. Y llama la atención la sensación de normalidad hasta en las escenas más alucinantes, aunque todo en esta historia es alucinante. Por ejemplo: los personajes dialogan con Alicia como si se conocieran de toda la vida, da igual que sea una oruga o la Duquesa. Alicia parece conocerlos a todos desde siempre. Se extraña de lo que le pasa pero a la vez lo toma con total naturalidad. Como toma esos brebajes o el hongo que la hacen aumentar o disminuir de tamaño. He leído este cuento en la ejemplar traducción de Jaime de Ojeda. Es un texto muy difícil de traducir (retruécanos, juegos de palabras, alusiones) pero Ojeda sale más que airoso del empeño. Excelentes también son las ilustraciones de John Tenniel que acompañan al texto. 

Vivir sin amor

Después de algunos años alguien aparecerá ante otra persona curtida en la soledad con el señuelo de un nuevo amor pero ésta, tras años de desengaños y vana espera, sonreirá y amablemente, sin aspavientos ni patetismos, rechazará esa promesa de felicidad junto a otro semejante. De igual manera puede volver a sonreír, conforme o resignado con su mala suerte, quien sufre un grave problema de salud o todos los que descienden, día a día, lentamente, por la pendiente de la vejez, que vista desde fuera parece una catástrofe. "Ya no, le dice el solitario a la vida, ya no me tientes con tus bellezas, ahora ya no deseo eso por lo que tanto suspiré en el pasado. Ahora estoy mejor solo. Deja el amor para los jóvenes que aún creen que el mal no existe y que la belleza dura para siempre". Todo esto suena muy estoico, cierto. Pero es muy triste vivir sin amor. 

Extraterrestres y agujeros negros

Los alienígenas y extraterrestres, meros entes de la fantasía, fruto de la superstición, son menos fabulosos que los agujeros negros que sí existen. Su existencia está demostrada y fueron deducidos, antes de ser observados, a partir de complejos cálculos matemáticos según la Relatividad general de Einstein. 

Cuaderno relativista y olé

Usted viaja en tren (vamos a suponerlo que con suposiciones se hace la ciencia). El tren se detiene frente a otro tren. Uno arranca despacio, ¿cuál de los dos? Súmese la velocidad de la luz, la ausencia del éter, el ascensor en caída libre, el principio de equivalencia, la paradoja de los gemelos, relojes que atrasan, etc. Vivimos en una época (desde hace un siglo) en la que la teoría de la Relatividad lo penetra todo. Sin esa teoría serían inconcebibles los agujeros negros, el Big Bang y las ondas gravitacionales. El universo es relativista. Menuda hostia cosmológico-epistemológica nos hemos dado, porque a la época de ese formidable descubrimiento -¿o invención?- corresponden los personajes ínfimos de Kafka, el hombre de la multitud de Poe, el hombrecillo de la gran ciudad estilo Leopold Bloom, el "desencantamiento del mundo" de Weber, el crack del 29, las dos guerras mundiales y el descenso a tercera del Real Oviedo. Léase el poema de Nicanor Parra "Los vicios del mundo moderno". La Historia, con permiso de D'Alembert y de Diderote, como desengaño de la Razón, la cual bien puede estar al servicio de los propósitos más criminales, como mostraron Adorno y Horkheimer. Para la inmensa mayoría de los humanos esta vida consiste en nacer en muy mal sitio, en trabajar de sol a sol, en estar continuamente acosado por la miseria, en ser una pieza que cobrar para las grandes multinacionales, en ser un banco de datos para distintas organizaciones, en procrear haciendo la bestia de dos espaldas, en morir de mala manera (muchísimos violentamente) y en caer inmediatamente en el olvido eterno. Lo que dijo Hobbes de la vida en estado de naturaleza. Es decir, una mierda. Ya, pero vivimos en un universo relativista; sí, y Bruto es un hombre honorable. Aunque la vanidad quiera engañarme (tengo un blog!) pertenezco a esa inmensa mayoría de la que Schopenhauer dijo que era un producto manufacturado de la naturaleza. Para rellenar horas en apariencia vacías y dar un poco de sentido a este desgaste, o mejor dicho, a esta putrefacción diferida, compongo un cuadernillo relativista que consta de los siguientes artículos científicos:

"Espacio y Tiempo" de Minkowski (1908)
"Esbozo de una teoría de la relatividad generalizada y una teoría de la gravitación" de Einstein y Grossmann (1913)
"Fundamentos formales de la teoría de la relatividad general" Einstein (1914)
"Explicación del movimiento del perihelio de Mercurio según la teoría general de la relatividad" Einstein (1915)
"Los fundamentos de la física" (primera comunicación) de Hilbert (1915)
"Las ecuaciones de campo de la gravitación" de Einstein (1915)
"Sobre el campo gravitatorio de un punto de masa según la teoría de Einstein" de Karl Schwarzschild (1916)
"Sobre el campo gravitatorio de una esfera de líquido incompresible según la teoría de Einstein" de Karl Schwarzschild (1916)
"Fundamentos de la teoría de la relatividad general" de Einstein (1916)
"Sobre la teoría de la gravitación de Einstein y sus consecuencias astronómicas" (Primera parte) de W. de Sitter (1916)
"Principio de Hamilton y teoría general de la relatividad" de Einstein (1916)
"Los fundamentos de la física" (segunda comunicación) de Hilbert (1916)
"Sobre la teoría de la gravitación de Einstein y sus consecuencias astronómicas" (Segunda parte) de W. de Sitter (1916)
"Consideraciones cosmológicas de la teoría general de la relatividad" de Einstein (1917)
"Sobre la teoría de la gravitación de Einstein y sus consecuencias astronómicas" (Tercera parte) de W. de Sitter (1917)
"Principios de la teoría general de la relatividad" de Einstein (1918)
"Una nueva ampliación de la teoría de la relatividad" de Weyl (1919)
"La teoría de la relatividad en la asamblea de científicos de Bad Nauheim" de Weyl (1921)
"Sobre la curvatura del espacio" de Alexander Friedman (1922)
"Observación al trabajo de Friedman "sobre la curvatura del espacio"" de Einstein (1922)
"Un universo homogéneo de masa constante y de radio creciente que explica la velocidad radial de las nebulosas extragalácticas" de Georges Lemaitre (1927)
"Sobre los fundamentos de la cosmología relativista" de H. P. Robertson (1929)
"Sobre un sistema estacionario con simetría esférica formado por muchas masas gravitantes" de Einstein (1939)

A partir de 1905 y durante esos años fue concibiéndose, asentándose, afinándose, ampliándose, verificándose la teoría de la relatividad. Hay, creo yo, un momento crítico en toda esta movida de espacio-tiempo y gravitación: sucede en noviembre y diciembre de 1915 cuando Hilbert y Einstein se apuran por ver quién llega antes a completar las ecuaciones de campo. Tuvo adversarios la teoría: Max Abraham (sin entrar en el terreno personal) o Philip Lenard (que le tenía fuerte antipatía a Einstein por ser judío), pero ha demostrado ser un edificio a prueba de terremotos y prejuicios raciales y de toda clase. Bella catedral intelectual de nuestra época científico-técnica con muchos puntos de contacto con la filosofía (es conocida la polémica entre Einstein y Bergson sobre la naturaleza del tiempo, sobre esto hay libro El físico y el filósofo, de Jimena Canales).

En 1911 el físico Max von Laue en su libro El principio de relatividad (1911) escribía lo siguiente: "En los cinco años y medio que han transcurrido desde que Einstein asentara la teoría de la relatividad esta teoría ha ido despertando una creciente atención. Ciertamente esta atención no es por completo aprobación. Algunos investigadores, entre los cuales hay nombres muy conocidos, consideran que su justificación empírica es insuficiente". 

Galicursis

Pues parece que oui, que c'etait une mode comme une autre quelconque. Mais cela n'a pas d'importance. Encore je ne suis pas mort. Entrar en la lecture de L'Étranger ou de La nausée es meterse en un endroit dangereux, bien sûr. Meursault o Roquentin son personnages tourmentés ou apathiques sin importancia colectiva. Qué elegante es Francia y de Francia qué elegante es París y de París qué elegante es el Barrio Latino. El existencialismo surgió como un champiñón galo variedad Kierkegaard Husserl Heidegger en un barrio céntrico de Lutecia. En el café de Flore y en el de Les deux Magots se sentaban muy assis figurones como Sartre-Beauvoir (les deux roués) Boris Vian, Prévert, Georges Bataille, Alberto Giacometti, Sartre otra vez, Simone Signoret y gente que pasaba por allí o que vivía cerca. Sartre y la Beauvoir hacían su vida allí (en el café de Flore surtout); prácticamente se pasaban el día entero en esos cafés. De ese centro intelectual, tan prestigioso, irradiaban ondas de pasión intelectual a las provincias de Francia y al resto de las naciones de occidente. Estudiantes de Aquitania, Provenza, Auvernia, Rumanía, Lituania, Armenia, Bulgaria, España, Irlanda, Portugal, Albania, Grecia o qué sé yo de Checoslovaquia, Vietnam, Marruecos, Argelia o Túnez soñaban con llegar, jóvenes bárbaros, a la capital del mundo y apoderarse de un asiento en alguna de esas cafeterías para sorber un café au lait y sentirse importantes como Sartre y el Castor cuyas maneras imitaban. ¿No fuma cigarrillos? Alors vous n'êtes pas existentialiste. Ese gran poder de atracción lo muestra muy bien Czeslaw Milosz en su poema Rue Descartes. Camus, me parece, no era un asiduo de esos cafés. Al fin y al cabo Camus era pied noir y su patria era la luz de su Argelia natal. Con los años fue decayendo, como todas las cosas humanas, el tinglado existencialista y los asientos se fueron quedando vacíos de aquella gente importante que era capaz de rechazar premios Nobel de literatura. Ganaban fama y reconocimiento escritores extranjeros (L'Étranger!) instalados en París: Ionesco, Beckett, Cioran, Kundera, Cortázar, Arrabal, Milosz (todo lo mezclo excusez-moi), Todorov et bien d'autres encore. Muchos de ellos duermen el sueño eterno en el cementerio de Montparnasse. Claro que no todo fue vanidad gala, fama, triunfo y una vida larga. París aparte de una fiesta, también es un lugar inhóspito. Escritores extranjeros que se suicidaron en París: el poeta Paul Celan, el griego Nicos Poulantzas, el persa Sadegh Hedayat, el armenio Artur Adamov. Imposible imaginar la soledad y desesperación de estos desterrados que terminaron su vida así en una ciudad extranjera. Qué nostalgia, tal vez, de una patria ingrata pobre e insoportable, qué complejos de inferioridad, qué acosos, qué vacío. El suicida es siempre un desarraigado, un extranjero (L'Étranger) aunque se mate en su pueblo natal. Un exilado metafísico. Al lado del pobre Hedayat (leo en wikipedia los detalles de su suicidio, su abandono su soledad eran de lo más negro) la desesperación y el pesimismo de los octogenarios Beckett o Cioran suena a chiste. Ellos no terminaron con su vida en un apartamento, en absoluta soledad, como Hedayat (y hay que alegrarse por eso, claro). El suicidio del persa Hedayat en un solitario apartamento parisino me recuerda a los de Pavese en un hotel de Turín (jamás volvería a dormir solo en un cuarto de hotel) y Jean Améry, también en un hotel, en Salzburgo.                    ¿Fue una moda o no fue una moda el existencialismo francés? Y Francia, ¿fue una moda? ¿No parece que Francia ha pasado de moda? Se puede tener nostalgia de una época que no se ha conocido. 

Das freie Heft

Por puro amor al arte compongo para un cuaderno savant y relativamente caótico una serie de artículos científicos (con unes pingarates de Gógol y de Schopenhauer) tomados de internete. La composición es la siguiente:

El relato "El abrigo" de Gógol (1842)
"Especulación trascendental sobre la aparente intencionalidad en el destino del individuo" de Schopenhauer (1851)
"Sobre las hipótesis en las que se funda la geometría" de Bernhard Riemann (1854)
"Etiología de la tuberculosis" de Robert Koch (1882)
"El movimiento relativo de la Tierra y el éter luminífero" de Albert A. Michelson (1881)
"Sobre la ley de distribución de la energía en el espectro normal" de Max Planck (1900)
"Los resultados científicos y los fines de la nueva mecánica" de Karl Schwarzschild (1903)
"Sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento" de Albert Einstein (1905)
"Espacio y tiempo" de Hermann Minkowski (1908)
"Sobre extraños casos de enfermedades en la vejez" de Alois Alzheimer (1911)
"Sobre la constitución de los átomos y moléculas" de Niels Bohr (1913)
"Esbozo de una teoría generalizada de la relatividad y una teoría de la gravitación" de Albert Einstein y Marcel Grossmann (1913)
"Sobre el campo gravitatorio de un punto de masa según la teoría de Einstein" de Karl Schwarzschild (1916)
"Sobre el campo gravitatorio de una esfera de líquido imcompresible según la teoría de Einstein" de Karl Schwarzschild (1916)
"Consideraciones cosmológicas de la teoría general de la relatividad" de Albert Einstein (1917)
"Principios de la teoría general de la relatividad" de Albert Einstein (1918)
"Sobre la curvatura del espacio" de Alexander Friedman (1922)
"Sobre la relación entre la compleción de los grupos de electrones en un átomo con la estructura compleja de los espectros" de Wolfgang Pauli (1925)
"Sobre el infinito" de David Hilbert (1925)
"Sobre la reinterpretación teórica cuántica de la relaciones cinemáticas y mecánicas" de Werner Heisenberg (1925)
"Sobre la mecánica cuántica de los procesos de colisión" de Max Born (1926)
"Sobre el contenido físico de la cinemática y mecánica cuánticas" de Werner Heisenberg (1927)
"Un universo homogéneo de masa constante y radio creciente que explica la velocidad radial de las nebulosas extragalácticas" de Georges Lemaitre (1927)
"Una relación entre la distancia y la velocidad radial en las nebulosas extragalácticas" de Edwin Hubble (1929)
"Sobre proposiciones formalmente indecidibles de los Principia Mathematica y sistemas afines" de Kurt Gödel (1930)
"Intento de una teoría de la radiación beta" de Enrico Fermi (1934)
"¿Puede ser considerada completa la descripción cuanto-mecánica de la realidad física?" de Einstein, Podolsky y Rosen (1935)
"La situación actual de la Mecánica Cuántica" de Erwin Schrödinger (1935)
"Sobre la serie de transformaciones del uranio que se generan por bombardeo de neutrones" de Meitner, Hahn y Strassmann (1937)
"Producción de energía en las estrellas" de Hans Bethe (1938)
"Ejemplo de un nuevo tipo de soluciones cosmológicas de las ecuaciones de campo de la gravitación de Einstein" de Kurt Gödel (1949)
"Sobre la continua contracción gravitatoria" de Oppenheimer y Snyder (1939)
"Maquinaria informática e inteligencia" de Turing (1950)
"Estructura molecular de los ácidos nucleicos" de Watson y Crick (1953)
"Campo gravitatorio de una masa giratoria como ejemplo de métricas algebraicamente especiales" de Kerr (1963)
"Sobre la paradoja de Einstein Podolsky Rosen" de J.S. Bell (1964)
"Una medición en exceso de temperatura de antena a 4080 Mc/s" de Penzias y  Wilson (1965)

Con esto se ha preparado guapamente un cuaderno de anillas muy guapo centrado principalmente en la física cuántica, esa cabrona que nos está haciendo la vida imposible. Hay omisiones ominosas como la del artículo "Las ecuaciones fundamentales de la mecánica cuántica" de Dirac (1925); la de los dos artículos "Sobre la mecánica cuántica" de Born, Heisenberg y Jordan (1925); la del artículo "Sobre el espectro del hidrógeno desde el punto de vista de la nueva mecánica cuántica" de Pauli (1926); la de la serie de cuatro artículos "Cuantización como problema de valores propios" de Schrödinger (1926); la de "Sobre la relación entre la mecánica cuántica de Heisenberg-Born-Jordan y la mía" también de Schrödinger (1926). Omisión de "Sobre los fundamentos de la mecánica cuántica" de Hilbert, von Neumann y Nordheim (1927) y de "La teoría cuántica del electrón" de Dirac (1928). Y finalmente, porque hay que parar en algún momento, la omisión de "Teoría de grupos y mecánica cuántica" de Hermann Weyl (1928), aunque esto no es un artículo sino un libro. Como libros son "Principios de mecánica cuántica" de Dirac (1930) y "Fundamentos matemáticos de la mecánica cuántica" de John von Neumann (1932). Y ya puestos el libro "Estructura atómica y líneas espectrales" de Sommerfeld (1919).                                         

     Nota bene. Se podrían intercalar muy guapamente en estos artículos científicos las sucesivas encíclicas papales que han ido apareciendo a lo largo de esos años. 

Alicientes

Sentir que se te cae el mundo encima, constatar que ya no quieres, de puro deprimido, escuchar ni un ápice de Wagner (trompetas, percusión, libretos mediocres, violines románticos) -la música de Mozart tantos años admirada, hoy siento con tristeza que ya no me dice nada- y pensar de pronto en la felicidad                                                                  sí, en la felicidad de saber que mañana es lunes y que, por tanto, estará abierto también por la tarde el Lidl y podrás ir a comprar si quieres helados, sushi, salmorejo y esos yogures riquísimos, ah, y también kombucha, y embutidos y agua con gas, cervezas de frambuesa, merluza congelada y que podrías ver a ese cajero tan simpático de sonrisa perturbadora                                                                                                     y no hay más razones acaso para ser feliz, para seguir viviendo? Está el IKEA a tiro de piedra: caminar por su interior, tan nórdico, ir mirando a los lados, admirando esos muebles preciosos con esos nombres tan raros, esos muebles que sabes asequibles a tu bolsillo: butacas, estores, macetas de colores, , mesas, mesitas, escritorios, lámparas, estanterías, escaleras plegables, cuchillos, posters de renos, de nueva york al atardecer, de un campo de lavanda                                                                          y si mañana veo de repente una puesta de sol a través del parabrisas?                               me pregunto si quedan yogures del Mercadona en la nevera. Anda que si quedaran!

Gallineros

Si entráis en un gallinero veréis que se parece mucho a una oficina. Antes del huevo ya estaba la burocracia. El mismo olor, la misma jerarquía y suciedad. Hay gallinas muy ponedoras y otras que sólo ponen un huevo a la semana. Cuanto más huevos ponga la gallina, más considerada será. Hay gallinas lozanas, rollizas y las hay desplumadas, escuálidas, que son las que se llevan los picotazos de sus compañeras. Todo gallinero tiene su gallo. Y sobre ellas vuela el gavilán. 

Si Sajarov levantara la cabeza

Andrei Sajarov, disidente ruso, físico y premio Nobel de la Paz. ¿Cuánto tiempo duraría hoy bajo el régimen de Putin? Qué triste pregunta. Ni dos días. Desde los años noventa hasta este momento, año 2024, la deriva política de Rusia, desde la tímida apertura democrática hasta el estado tiránico y criminal en que se ha convertido hoy dirigido por el archidemonio Putin, causa espanto. Como si un esqueleto, el esqueleto de los autócratas rusos, se rellenara de carne cada cierto tiempo: así fue con Iván el Terrible, Pedro el Grande, Stalin y ahora Putin. Sajarov firmó en 1955 una petición con otros científicos ("la carta de los 300") en la que se instaba a poner fin al monopolio de la ciencia que ejercía Lisenko, el pseudobiólogo soviético. Una cosa es firmar una petición formando parte de una lista (como en este caso) y otra estar en una lista y que un poderoso la firme (generalmente la pena de muerte). Sajarov estaría espantado por lo que sucede hoy en Rusia. La degeneración es evidente. Tiempos sombríos vivimos. Así es Rusia hoy: nacionalismo eslavo exacerbado, silencio de plomo sobre la época de Stalin, capitalismo sin límites. Millones de rusos forzados a elegir entre el exilio o la represión más feroz, amordazados y envilecidos por Putin y sus amigotes. El gobierno ruso actual tiene una voluntad decidida de extender su régimen autoritario a todos los países democráticos, especialmente en Europa occidental. Si Trump vuelve a ser presidente de USA Putin tendrá un estupendo aliado en sus propósitos de destrucción de las democracias y aplastamiento de los derechos humanos. Sajarov, ¿tú qué dices?

Etc Etc

Tiene mucha gracia Galdós. Juan Benet no tiene gracia. Prosa maravillosa. Cosa. Rosa. Porosa. Mucha gracia y testimonio. Dadá. Ya tienen cien años las rupturas vanguardistas. ¿Y ahora qué? Estamos sobre lo fundado hace cien años: toma Trilce, toma La Tierra Baldía, toma Dadá, toma Duchamp, toma Joyce. Toma principio de incertidumbre, toma Gödel, toma Schrödinger. Y tal. Guerra mundial por medio. Campos de exterminio. Era atómica. Hirosaki. Nagashima. Concilio Vaticano II. Champions League. Mundiales de fútbol. Decadencia de USA. Hegemonía de China. Inteligencia artificial. Años treinta. Colas en los comedores sociales. Explosión demográfica. Salud mental. Secularización de la sociedad: tecnología del yo. Mi cuerpo es mío. Derecho a morir. Suicidio anómico. Degradación ambiental. Agujeros negros. Termodinámica de los agujeros negros. Cambio climático. Inmediatez. Gimnasio. Big Bang. Cuerpos corriendo sobre cintas en escaparates. Walter Benjamin. Arquitectura de cristal. Ocaso de la intimidad. Socialización. Estructura del ADN. Redes sociales. Alguien como yo escribiendo esto en un blog. Etc. Etc

Masacre de la harina

Vivimos en tiempos pacíficos, cuasi luminosos, posteinstenianos. Estamos en una edad antioscura. Mucha materia oscura, por Dirac. Muy científica, eso sí. Desde 2008 alarmante en la degeneración social, económica, ambiental, moral e incluso textil. Plástico, robots, deportes, pornografía, física cuántica y hasta cerveza sin alcohol. Una mierda de época, una feble época de cansancio, desahucio, repetición y autoexplotación. Los gusanos de la harina, dice Levi-Strauss, segregan unas toxinas antes de que el alimento empiece a escasear. Nos parecemos a esos gusanos, decía este etnólogo. A poco que se piense, es sorprendente la indiferencia con la que la comunidad internacional se toma la masacre sistemática desde octubre de los palestinos de Gaza. Una cosa es derrotar a Hamas y otra que el ejército israelí la emprenda a tiros contra una multitud de palestinos indefensos y hambrientos cuando iban a por comida. No les basta con matarlos de hambre. Es el colmo de la crueldad. Esta acción tan caritativa ocurrió el 29 de febrero de 2024 y ya se conoce como "masacre de la harina" 
           Tú entras en el supermercado: un mendigo a la puerta, estanterías llenas. Mola. Salivación pavloviana. Ves botes de leche condensada, ordenados, decentes, llenos, como en una taxonomía. Leningrado, 1943. Miras durante unos segundos las botellas de agua mineral. Llevas tus preocupaciones contigo. Alguna línea de Max Weber te ronda en la chola. ¿Nos hemos deshumanizado? Tralarí tralará. Ya no impresionan las imágenes de las ruinas de Gaza. Tenemos la piel curtida o la retina, mejor dicho. Y qué podemos hacer. Que nos lo diga Susan Sontag. ¿Cómo se detiene esa matanza sistemática? 
             Dante no metió a ningún niño en el Infierno de su Divina Comedia, tampoco en el Paraíso. Los niños van al Limbo. Curiosa la ausencia de niños en ese poema. El infierno sobre la tierra existe (no como un estado mental, sino como un lugar concreto bajo el sol) y está poblado de niños. Uno de esos lugares es Gaza. Crees, modestamente, que es el Infierno por el sufrimiento de los palestinos, por el odio de los agresores y por la indiferencia del resto de la llamada humanidad, que es cosa más bien difusa y vagarosa. 
              Examinemos a los posibles arcángeles.
            Presidentes de China, Rusia, USA, Israel; peces gordos, ogros de todo pelaje, Elones Muskos y Zuckerberges, plutócratas de 35 años que visten camisetas. Chicos de Silicon Valley. Cada uno de estos poderosos mira por lo suyo: primero, el interés de su país o de su empresa, después el de su familia y finalmente el suyo personal-umbilical. La destrucción de Gaza, ¿es una guerra posmoderna por lo televisada y twitterizada? No parece que la cobertura informativa sea capaz de detener el horror. Entonces, ¿no será una guerra de tiempos bíblicos con exterminio de todo lo que se menea sean mujeres niños o animales? O sea, estilo Wehrmacht en el Este de Europa hacia 1942. 

Cuando zarpa el amor

-Cuántos hijos vamos a tener?
-Dos. O mejor, tres.
-Un niño y dos niñas?
-Seremos muy felices.
-Lo vamos a ser.
-Te parece que nos saltemos la paternidad y pasemos a la abuelidad, como el yodo pasa del estado sólido al gaseoso sin pasar por el líquido?
-Me parece de perlas.
-Amor mío.
-Dulce nombre tuyo.
-Mi amor por siempre.
-Vamos a ser felices como bestias pardas.
-Vamos a darle patadas a Jesucristo.

Humillaciones

Hay algo metafísico en la humillación. Cristo fue humillado ante la chusma, Sócrates bebió la cicuta como si fuera un criminal, Oscar Wilde pasó un calvario de ignominia en la Inglaterra victoriana. Pero no hace falta ser un personaje histórico, las personas de vida más oscura son las que más humillaciones padecen. Nadie las conoce. Humillaciones en el trabajo, en el amor, en la familia. Cuanto más duro es un trabajo menos se reconoce, de manera que a la dureza se le añade la falta de consideración y el desprecio. ¿Cómo se mide la dureza de un trabajo? No es una cuestión física. Un futbolista o un deportista de élite está claro que se esfuerzan físicamente, pero no puede llamarse trabajo duro a lo que hacen. Un trabajo puede ser duro aunque se esté bajo techo, con aire acondicionado, y sentado sin hacer esfuerzo físico. Si no se trabaja rudamente como un esclavo (y aún existen) la dureza procede de factores psicológicos o morales. Cuidado con el trabajo que se nos pega en las manos, el trabajo que nos agota sin fruto. Porque entonces estamos condenados: no podremos soltar ese hierro candente. El que sufre una humillación pierde lo que hoy se llama "autoestima" y antes se llamaba "amor propio". Acaba creyendo que es "torpe" cuando esto no es cierto. Se culpa a sí mismo por las menores faltas, faltas que ni siquiera lo son. El poderoso es arrogante por muy torpe que sea. Eres "torpe" por ser pobre, y por ser pobre no has tenido las mismas oportunidades que los privilegiados que en la carrera de la vida parten con ventaja. Un asalariado es vulnerable, tiembla por su empleo y ese miedo le hace ser sumiso y servil. Esto es negarse a uno mismo. Todas las instituciones jerárquicas fomentan la humillación y el servilismo: el ejército, un partido político, una iglesia, una empresa. El que recibe los desprecios los transmite a su vez a quien tiene debajo, por tomarse la revancha en un inocente. Da igual que el empleado haga su tarea correctamente, nunca es bastante, siempre lo hará mal. La mancha de un pequeño defecto basta para contaminar un océano. Los humanos somos más inclinados a la venganza que a la misericordia y si se puede humillar a otro impunemente dos de cada tres mortales lo harán sin dudarlo. La humillación metafísica del empleado de Kafka la han sentido millones.  Eso no hay socialismo que lo arregle. Algunos disentirán de este afirmación. El cristianismo, con su pesimismo para las cosas de este mundo, aconsejaba resignarse y sufrir las injusticias sin levantar la voz. La recompensa vendría en el Reino de los Cielos. Ya, pero ¿y si ese Reino no existe? Terrible duda. Pienso en los palestinos (mujeres y niños sobre todo) que son sistemática, no episódicamente, hostigados, detenidos, humillados y masacrados por los colonos judíos y el ejército de Israel. En la película "La caza" de Carlos Saura un personaje le dice al joven del grupo: "¿cuántas humillaciones has sufrido en tu vida?" El chico pone cara de no entender la pregunta, porque su corta edad no le ha permitido tragar ningún sapo todavía. Pero si fuera un chico palestino de Gaza o Cisjordania podría ponerse a contar las que le han infligido los israelíes y no acabaría en un día. Tendemos a olvidar las humillaciones. Nuestra naturaleza rechaza las malas experiencias. Bertolt Brecht dijo lastimeramente que vivía en tiempos sombríos. Nosotros, por desgracia, también. Rusia es un estado mafioso y criminal e Israel, aduciendo legítima defensa, está masacrando a todo un pueblo ante la mirada impotente o indiferente o miope del mundo. 

Ruinas del mundo digital

Es una ley de la tristeza eterna: a medida que caen los años uno se separa de sus semejantes, se va quedando solo y se aparte del universo. El firmamento deja de ser un lugar cálido y se vuelve algo indiferente y frío. Gélido. De muchacho tenía borracheras "místicas" en las que sentía una hermandad cósmica que la experiencia de los años y el conocimiento de la historia han revelado como falsa. No hay nada cálido, ni providencial, ni benéfico, ni fraterno en esos espacios inmensos. Entramos al mundo como a un jardín familiar que con el tiempo manifiesta su verdadera realidad: no es un jardín, es un lugar inhóspito. 
         De repente, en esta tarde de viernes, en el apartamento solitario, veo que aquellos jóvenes brillantes de hace diez años, que eran unos diez años más jóvenes que yo, han enmudecido, están en paradero desconocido. A algunos los conocí personalmente, a otros sólo por sus blogs. Son poetas que se llevó el vendaval, titulares de blogs abandonados hace años, ruinas del mundo digital. ¿Habrán hecho carrera? ¿Habrán traicionado sus sueños? ¿O seré yo el perdido y por eso no sé nada de ellos?

La condición obrera

El niño que nace con un destino de trabajador para más de treinta años no nace. No ha nacido jamás. Podrá tener un mes de vacaciones al año, podrá descansar los fines de semana. Pero no ha nacido jamás. Cuando se jubila no sabe si reír por los días de fiesta que tiene por delante (no son muchos) o si llorar por los días que ha dejado atrás (son demasiados). Un hombre son sus hábitos. Quien ha desempeñado tareas rutinarias -labores de empleado, por ejemplo- siete u ocho horas al día durante más de treinta años no ha nacido. La música de nuestra vida es el hilo musical de un supermercado. El trabajador tiene al tiempo en su contra. Las horas son enemigas. Los minutos siempre le acercan a la puerta de la oficina o del puesto de trabajo. Los minutos que le acercan al viernes o a las vacaciones son engañosos. A la vuelta de esa ilusión está el tiempo que corre de nuevo hacia el trabajo, hacia el despertador. Al dejar el trabajo por jubilación el tiempo corre hacia la muerte. El trabajador no ha nacido y ha perdido las ilusiones, pero aún sueña. De todos los sueños posibles el del amor es el más miserable y engañoso. El amor necesita tiempo y de tiempo es precisamente de lo que carece el trabajador. El trabajador alienado y agotado debe convertirse en una máquina ya que una máquina puede hacer su trabajo. Ni demasiado joven para adaptarse ni demasiado viejo para que lo jubilen. Delante, la pared de un día gris tras otro día gris en la cárcel de los días. 

Otro accidente

De la cuenca del Nalón sólo llegan malas noticias, especialmente sucesos y datos económicos deprimentes. Más allá de los túneles de Riaño se entra en otra dimensión, el contraste es muy fuerte. Llegando desde Siero el túnel comienza dejando atrás un paisaje montuno que empieza a plegarse y se sale a una especie de pozo con un pueblo a mano derecha que es un monumento a la fealdad, el horroroso Riaño. A partir de ahí hasta Laviana el aire es pesado, denso, oscuro, sucio, malsano; de Caso en adelante, en la subida al puerto de Tarna, el aire se depura: el bosque sustituye del todo a las poblaciones urbanas que se suceden casi interrumpidamente desde Riaño a Pola de Laviana. Los turistas, que cada vez llegan más a Asturias, no visitan estos lugares. Aquí viven los indígenas y numerosos inmigrantes de Marruecos, Polonia, algún ruso, ucraniano, italiano. Todos clase obrera, trabajadores, gente sencilla. Desde Riaño a Laviana se percibe que la vida vale menos que en el resto de Asturias. Es una comarca deprimida y abandonada. Aquí la esperanza de vida es sensiblemente más baja y la desesperación mayor. La carretera que soporta diariamente un tráfico de más de veinte mil vehículos (eterno ruido de motores y neumáticos) se cobra muchas víctimas en el tramo entre Riaño y Laviana. Hay muchos accidentes y son muy graves. Hace unos días un conductor de 67 años, que iba drogado, invadió el carril contrario y chocó frontalmente contra otro auto. Causó la muerte de una madre y su hijo, además de dejar heridas a otras dos personas. Los ocupantes del vehículo inocente iban a un funeral. El conductor drogado que provocó el accidente salió prácticamente ileso. Qué resumen perfecto de lo que es ese valle de lágrimas. No es que viviendo en estos pueblos -que tienen lo malo de la ciudad sin lo bueno del campo, con inconcebibles edificios de hasta ocho plantas- te vayas a hacer fatalmente idiota, pero todo sopla a favor. Allí todo tiene un aire triste, pobre, derrotado. Eso es contagioso. O te vas de allí o te conviertes en un vencido. (Para qué cojones esforzarse si luego viene un conductor drogado y te mata en la carretera y encima él sale ileso). Lo notará tu forma de hablar: las blasfemias se profieren con la naturalidad de un saludo. No hace mucho un joven orinaba en la calle a plena luz del día. Como un perro. Nunca se ve a nadie con un libro en la mano, hay tertulias de ancianos en el parque, algún grupo de yonquis, pocos niños (tristes niños los nacidos allí). Gran parte de la población está en el umbral de la pobreza o bien dentro de ella. Se reconocen bien: cabizbajos, mirada sin brillo, rostros sin expresión, sin gracia en los movimientos, vulgaridad en el lenguaje, pobreza y mal gusto en su indumentaria (chándal, gorra, playeros baratos). Un chico sentado en un banco, con la cabeza hundida: fuma sin parar tabaco de liar con una litrona de cerveza a los pies. Este es el régimen de la miseria y la depresión. Lo único grato a la vista es el constante río Nalón y las aves que allí viven (cormoranes, mirlos acuáticos, garzas, martines pescadores, lavanderas, patos, etc). Las casuchas se caen de abandono, fachadas ruinosas, sucias. Manchas de pobreza en las laderas abruptas que cierran el angostísimo valle donde rara vez brilla el sol y la pobreza y la muerte son las señoras. La reconversión industrial, el desmantelamiento de la minería que fue durante más de cien años el principal motor económico de esa comarca, se hizo desastrosamente mal. Una vergüenza para los sindicatos mineros y el partido socialista, principalmente. Una ignominia. Esto es evidente. Los han dejado en el total abandono. Los poderes públicos permiten que se maten en esa carretera. Un conductor drogado, vía de doble sentido, tráfico muy denso, ocupantes de camino a un funeral. Algunos vecinos, con el penoso humor que da la resignación, hacen chistes malos: "iba drogado, sí, pero no dio positivo en alcohol" 

Quevedo

Leídos recientemente "El Buscón" y "Los sueños" de Quevedo. Ante todo Quevedo es un poeta. Si "Los sueños" son un barroco espléndido no tienen la envergadura de un libro como "El Criticón". En ambos, Gracián y Quevedo, el talento satírico es inmenso. No dejan títere con cabeza, como suele decirse. Quevedo tenía una visión amarga de la sociedad y del hombre, profundo pesimista, creo que sigue siendo un misterio. No sabemos quién era Quevedo, se esconde detrás de los malentendidos y las chocarrerías. Era un espíritu versátil, podía ser mortalmente serio y cómico también, pero cada cosa en su momento. Su poesía toca todos los resortes: desde lo festivo a lo metafísico, y en todos alcanza alturas enormes. Quevedo ha sido, creo yo, el escritor con un mayor dominio de la lengua española. Docto, sin pedantería. Se le admira, pero es imposible quererlo como se quiere, digamos, a Cervantes. 

La fama

LA FAMA

Su cara inconfundible en la portada de un libro
que es una de sus biografías.
Es inglés. Todo el mundo lo conoce aquí
en esta ciudad del norte de España.
Eso quiere decir: es famoso en todo el mundo.
Un día conoció a un compañero (esto es parte
de la leyenda del grupo) y se pusieron a cantar juntos
y a escribir canciones. Hace casi sesenta años de eso.
Pero no fue así. 
                              Aquel día llovió o no llovió
y el amigo se olvidó algo en casa, o perdió el autobús.
No llegaron a conocerse. Entonces este músico
de dieciocho años, perdido como todos los jóvenes,
apremiado por su familia buscó un trabajo fijo.
Una manera honrada de ganarse la vida.
Trabajó 35 años en el servicio de empleo inglés
o en correos o en la administración de justicia.
Tareas muy poco musicales las de la oficina.

Ayer apareció su oscura esquela en un diario local:
Falleció a los 82 años
esposo y padre amante, abuelo afectuoso
rogad a Dios por el alma de Paul McCartney

Otra reflexión pesada

La verdadera vida, si es que existe aunque puede imaginarse, está ausente. A lo incierto, allá abajo, caemos sin cesar en el abismo del tiempo. No somos los de ayer, no somos los de mañana. Hacemos equilibrios sobre la cuerda floja del momento presente. Imposible detener el instante. Lo siempre delicioso acaba cansando y lo terrible también termina por ir apagándose. Miro hacia atrás: veo situaciones borrosas; horas, meses, años que se resumen en un pensamiento, en una idea. El recuerdo es el esqueleto de pasadas vivencias. El niño que fuimos se perdió definitivamente, vamos hacia el anciano y más allá, hacia el rostro de cera, inmóvil, solemne, del muerto en el ataúd. 

De dónde sale Mi ley

Mi ley sale de tertulias televisivas de gallos y cotorras. Mi ley es un ilustrado como cualquiera que lo escuche hablar entenderá fácilmente. "No acabarán los males de los hombres hasta que los filósofos no ocupen el poder o los reyes, por una gracia divina, no se pongan a filosofar", dijo el viejo Platón. Parece que ese momento aún no ha llegado y tampoco se ve cerca. 

Mozart, ese hombre

Suena Mozart en el desierto de la oficina. Es la sintonía de un móvil pero se agradece igual. 

Los osos turísticos

Devorador de miel
habitante del monte
alejado del fuego de la tribu
Detrás de las ventanas que de día
dejan pasar la luz y de noche se cierran
más allá de los muros de arenisca
lo indistinto nocturno y sin lenguaje
Se alza gruñendo sobre las patas traseras

Tropezarse con él era lo mismo
que encontrarse a un fantasma
Se erizaba la piel de terror pánico
Alguien se hizo famoso en los contornos
acuchillando un centenar de ellos
Una especie de Hércules vernáculo

Entonces arrojabas una botella un plástico
al suelo en pleno campo en un arroyo
y no te perseguían las Erinias

Hoy el oso ha perdido aquel misterio
(el misterio voló todo está expuesto)
y es el blanco de todas las miradas
Atracción de turistas que llegan de aeropuertos
conducidos por guías que conocen sus trucos
y se graba a los osos se los graba entre peñas
Avistamiento de osos 
Nos florece el turismo de aventura
como la azul genciana de Somiedo
Vivir algo deprisa y compartirlo en redes

Devorador de miel
estrella de este Parque Natural
Especie protegida
que a veces se despeña estúpidamente
machos que atacan a sus propias crías
El osito de peluche escapando del ogro

Un turista ha visto más osos en un día
que un vecino de Almurfe en veinte años
Codicia del ver
avidez de experiencia
de llegar a un lugar explotarlo y largarse

Los osos se humanizan; es decir, dan problemas
Con un chip en la nuca ahora van al psicólogo
porque tienen problemas de autoestima o bulimia
porque no son correctamente osos
porque escarban en cubos de basura

Simone Weil en Gaza

Para que una vida humana sea digna necesita algunas cosas. Diría que a la gran mayoría de los humanos le han faltado al menos una de las esenciales: comida, refugio, abrigo, higiene, descanso, ejercicio, trabajo, seguridad, relaciones sociales y familiares y libertades políticas (estamos asistiendo en nuestro tiempo a una regresión de las libertades políticas). No se me ocurren más, con el permiso de Maslow. A los palestinos de Gaza les faltan todas en un grado espantoso, en un grado que arroja una sombra de barbarie sobre todo el planeta y la época que vivimos. A los israelíes secuestrados, lo mismo. Ayer tres rehenes israelíes de Hamás (ninguno llegaba a los treinta años) que se habían librado de sus captores no se sabe cómo fueron tiroteados por el ejército israelí, aunque habían salido a descubierto desnudos de cintura para arriba y enarbolaban la bandera blanca. Dos de ellos (dice la noticia) murieron en el acto, un tercero, malherido, consiguió ponerse a cubierto. Hasta su posición, entre las ruinas, se acercó una patrulla de soldados del IDF. El chico les gritó en hebreo pero esa llamada desesperada no le salvó de ser tiroteado hasta la muerte. : "La Ilíada o el poema de la fuerza" es un texto de Simone Weil que se aplica perfectamente a la violencia que acontece ahora en Gaza. Simone Weil escribió este ensayo hacia 1940 con la guerra mundial en curso. Aquí van algunas frases suyas. Creo que a leerlas se comprende que hay muy poca diferencia entre Troya y Gaza. 

La force, c'est ce qui fait de quiconque lui est soumis une chose. Quand elle s'exerce jusqu'au bout, elle fait de l'homme une chose au sens le plus littéral, car elle en fait un cadavre.

Un homme désarmé et nu sur lequel se dirige une arme devient cadavre avant d'être touché. 

Quand, hors de tout combat, un étranger faible et sans armes supplie un guerrier, il n'est pas de ce fait condamné à mort ; mais un instant d'impatience de la part du guerrier suffirait à lui ôter la vie.

Aussi impitoyablement la force écrase, aussi impitoyablement elle enivre quiconque la possède, ou croit la posséder. Personne ne la possède véritablement. Les hommes ne sont pas divisés, dans l'Iliade, en vaincus, en esclaves, en suppliants d'un côté, et en vainqueurs, en chefs, de l'autre ; il ne s'y trouve pas un seul homme qui ne soit à quelque moment contraint de plier sous la force. Les soldats, bien que libres et armés, n'en subissent pas moins ordres et outrages

Le fort n'est jamais absolument fort, ni le faible absolument faible, mais l'un et l'autre l'ignorent. Ils ne se croient pas de la même espèce ; ni le faible ne se regarde comme le semblable du fort, ni il n'est regardé comme tel.

Ce châtiment d'une rigueur géométrique, qui punit automatiquement l'abus de la force, fut l'objet premier de la méditation chez les Grecs. Il constitue l'âme de l'épopée ; sous le nom de Némésis, il est le ressort des tragédies d'Eschyle ; les Pythagoriciens, Socrate, Platon, partirent de là pour penser l'homme et l'univers.

 La marche de la guerre, dans l'Iliade, ne consiste qu'en ce jeu de bascule. Le vainqueur du moment se sent invincible, quand même il aurait quelques heures plus tôt éprouvé la défaite ; il oublie d'user de la victoire comme d'une chose qui passera.

Un usage modéré de la force, qui seul permettrait d'échapper à l'engrenage, demanderait une vertu plus qu'humaine, aussi rare qu'une constante dignité dans la faiblesse.

Au départ, leur cœur est léger comme toujours quand on a pour soi une force et contre soi le vide. Leurs armes sont dans leurs mains ; l'ennemi est absent. Excepté quand on a l'âme abattue par la réputation de l'ennemi, on est toujours beaucoup plus fort qu'un absent.

Il est vrai que tout homme est destiné à mourir, et qu'un soldat peut vieillir parmi les combats ; mais pour ceux dont l'âme est soumise au joug de la guerre, le rapport entre la mort et l'avenir n'est pas le même que pour les autres hommes. Pour les autres la mort est une limite imposée d'avance à l'avenir ; pour eux elle est l'avenir même, l'avenir que leur assigne leur profession. Que des hommes aient pour avenir la mort, cela est contre nature.

Il faut, pour respecter la vie en autrui quand on a dû se mutiler soi-même de toute aspiration à vivre, un effort de générosité à briser le cœur.

Telle est la nature de la force. Le pouvoir qu'elle possède de transformer les hommes en choses est double et s'exerce de deux côtés ; elle pétrifie différemment, mais également, les âmes de ceux qui la subissent et de ceux qui la manient.

La légèreté de ceux qui manient sans respect les hommes et les choses qu'ils ont ou croient avoir à leur merci, le désespoir qui contraint le soldat à détruire, l'écrasement de l'esclave et du vaincu, les massacres, tout contribue à faire un tableau uniforme d'horreur

C'est par là que l'Iliade est une chose unique, par cette amertume qui procède de la tendresse, et qui s'étend sur tous les humains, égale comme la clarté du soleil. Jamais le ton ne cesse d'être imprégné d'amertume, jamais non plus il ne s'abaisse à la plainte.

Toute l'Iliade est sous l'ombre du malheur le plus grand qui soit parmi les hommes, la destruction d’une cité.

Les Hébreux voyaient dans le malheur le signe du péché et par suite un motif légitime de mépris ; ils regardaient leurs ennemis vaincus comme étant en horreur à Dieu même et condamnés à expier des crimes, ce qui rendait la cruauté permise et même indispensable.

Dos formas de recordar

Una clase de recuerdos se convocan, vienen del exterior (hablando metafóricamente): un número, un nombre, una calle, lo que falta en la lista de la compra. Otros recuerdos emergen de nuestra intimidad, de lo profundo de nuestra persona: un ser querido difunto se recuerda así.